Río de Janeiro. La presidenta de Brasil Dilma Rousseff mostró una ligera recuperación en sus índices de aprobación luego de meses de caídas históricas, según una encuesta publicada el fin de semana.
Luego de llegar a registrar en agosto el peor índice de desaprobación desde el fin de la dictadura militar en el país, los números avanzaron a favor de la mandataria. De 71%, Rousseff ahora fue rechazada por 65% de los encuestados. Además, un 12% calificaron su gobierno como bueno en comparación al 8% que lo hicieron en agosto en el mismo sondeo de la empresa Datafolha.
Los números fueron revelados el sábado en la noche, un día después de que la mandataria obtuvo una victoria importante en la Corte Suprema en su batalla contra un juicio político que podría destituirla. El máximo tribunal anuló una comisión de la cámara baja que había sido instalada con muchos opositores para debatir el juicio político. La Suprema Corte decidió que se deberá hacer una nueva selección de legisladores ya que halló irregularidades en la manera en que los diputados votaron en secreto por dos grupos diferentes de representantes para integrar la comisión.
El proceso para un juicio político contra Rousseff fue iniciado en la cámara baja a inicios de este mes bajo acusaciones de que la presidenta violó leyes fiscales al utilizar fondos de bancos estatales para cubrir déficits presupuestarios. Además, Rousseff es criticada por el pésimo desempeño de la economía que podría caer un 3.6% en 2015, y por un escándalo de corrupción que ha implicado a decenas de políticos aliados de la presidenta y de su Partido de los Trabajadores. La cámara de diputados debe crear de nuevo una comisión de juicio político que votará sobre si se permite que el pleno de la cámara vote sobre la medida. Si dos terceras partes de la cámara votan a favor de impugnar a Rousseff, la medida pasa entonces al Senado, que decidirá si la presidenta debe ser destituida. El sondeo también mostró menos apoyo a la destitución de la presidenta, aunque aún la mayoría de los brasileños quiere que deje el cargo.
