Ante el 2016

Cuando se cierra un ciclo solemos pasar balance. Mirar hacia atrás para no repetir los errores y corregir las malas acciones. Es necesario si queremos avanzar.

Cuando se cierra un ciclo solemos pasar balance. Mirar hacia atrás para no repetir los errores y corregir las malas acciones. Es necesario si queremos avanzar.Pero la mirada debe enfocarse hacia el porvenir. Un nuevo año siempre es un período lleno de imponderables. Es necesario hacer previsiones. Eso es magnífico. Hay que planear. Todas las organizaciones, grandes y pequeñas, tienen que hacer sus planes para el nuevo año. Igual deben hacer las personas individuales.

Los planes son fundamentales, pero por más bien estructurados que estén, de nada valen si no trabajamos, si no hacemos las tareas. Por eso, los buenos proyectos se afirman en el trabajo, en la dedicación, en el esfuerzo.

Si no trabajamos no hay esperanzas, no construimos futuro, nada. No hay metas alcanzables, institucionales, empresariales, de familia, de la sociedad.

Hay que trabajar. Las autoridades deben trabajar para el bien de los ciudadanos. Trabajar para garantizar la seguridad, que ahora mismo es la mayor demanda de la sociedad. Hay que trabajar para mejorar los principales servicios, con énfasis en la salud, y particularmente en la salud preventiva.

Asimismo, las autoridades deben actuar con moderación, cautela y responsabilidad para al menos mantener los niveles de estabilidad económica alcanzados.

Ante el año electoral que se inicia, es clave que no se dejen arrastrar por la amenaza, que suele ser constante en la historia del país, del gasto alegre, y que al final del período resiente las finanzas públicas.

Como hemos dicho que hay que trabajar para lograr los propósitos, si queremos vivir en paz, como es una aspiración generalizada, vamos a hacer lo adecuado para alcanzarla.

Es nuestra aspiración que 2016 sea esencialmente pacífico. Que enterremos la violencia.

Como no nos podemos sustraer de hacer votos: igual aspiramos a una campaña electoral que se mantenga en un tono de decencia y respeto. Sería la base para que sea pacífica.

Las partes tienen que practicar la tolerancia que tanto nos falta a todos.
En fin, deseamos que 2016 supere con creces, positivamente, el año del que nos despedimos hoy.

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