Otra amenaza

La chikungunya agarró al país asando batatas, en un mar de confusiones, hasta que las autoridades trataron de explicar lo que pasaba, en medio de una incredulidad generalizada. Cuando las autoridades reaccionaron ya estábamos frente a una epidemia,&#82

La chikungunya agarró al país asando batatas, en un mar de confusiones, hasta que las autoridades trataron de explicar lo que pasaba, en medio de una incredulidad generalizada. Cuando las autoridades reaccionaron ya estábamos frente a una epidemia, sin ninguna capacidad de respuesta.Ignorancia o encubrimiento, todo el país sufrió el mal. Acabamos de pasar por una alta temporada de dengue, con saldo trágico. Y tenemos en la puerta otra amenaza: zika, que ya fue detectada en Puerto Rico. Si llega y se multiplica a través de su agente transmisor, que es el mosquito Aedes aegypti, que es el mismo que transmite el dengue y la chikungunya, corremos riesgos epidémicos.
Los factores están dados para que ocurra cualquier cosa. Si no estamos en capacidad de ampliar la prevención de la manera más abarcadora con el dengue, nadie evitará que se repita el fenómeno chicungunya ahora en la versión zika.

El viceministro encargado de los programas de Salud Colectiva ha indicado que ha sido activado un sistema de vigilancia para detectar a tiempo la nueva enfermedad, y para ello coordina con el Servicio Nacional de Salud, pero Nelson Rodríguez reconoce que “todo el mundo es susceptible de esta enfermedad…”

Aunque se habla de establecer un régimen de sanción para quienes propician la formación de criaderos de mosquitos transmisores, en realidad estamos ante una nueva versión de la cíclica recurrencia de problemas de salud pública que están muy vinculados a las actitudes ciudadanas.

Se supone que a las primeras que habría que sancionar sería a las autoridades que deben realizar las labores de saneamiento ambiental, sea por la deficiente recogida de basura, la mala disposición de las aguas servidas o los inexistentes sistemas de drenaje.

Pero no sólo las autoridades, sino también a las familias que no hacen lo adecuado para evitar los criaderos en casa y en toda la vecindad.

En fin, que estamos amenazados por la zika. Y no hay como evitarla. La única vía es la prevención a la más amplia escala. Quizás una indeseable sequía la contenga por unos días.

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