Jóvenes que se encierran en sí mismos

Sólo salir a lugares que estrictamente requieran su presencia y casi no socializar con ninguna de las personas que lo rodean, son algunas de las tantas actitudes que están asumiendo en la actualidad algunos jóvenes, con lo cual se están excluyendo&#82

Sólo salir a lugares que estrictamente requieran su presencia y casi no socializar con ninguna de las personas que lo rodean, son algunas de las tantas actitudes que están asumiendo en la actualidad algunos jóvenes, con lo cual se están excluyendo socialmente y refugiándose en ellos mismos, lo que no es bueno para su salud mental, de acuerdo a especialistas.

Estos jóvenes siempre muestran un perfil bajo y cuando se reúnen con grupos no tratan de involucrarse en las actividades que se desarrollan en el ambiente en que están. En su mayoría, optan por refugiarse en las facilidades que le permite la tecnología, donde no es imprescindible tener a una persona en frente para interactuar, pues a través de las redes sociales pueden tener “contacto” sin importar el lugar donde se encuentre el otro individuo.

José Pérez, estudiante de informática y empleado del Hospital Ney Arias Lora, es una de las personas que padece este tipo de conducta. Cuenta que no le gusta salir, que prefiere quedarse en su casa, que no le interesa compartir con amigos, y que se encierra en su “mundo virtual”.

Para él, agrega, estar solo en su habitación es lo que más lo llena. Inclusive, a este joven, desde que llega de trabajar y estudiar, para lograr que acuda a una actividad tan simple como ir al colmado hay que prácticamente que obligarlo. No obstante, es una persona muy inteligente, que cuando suele intervenir en una conversación impresiona a todos con sus planteamientos, por su sabiduría y madurez.

“Cuando mi familia me invita a salir yo les digo que prefiero quedarme en la casa, que salgan ellos. Yo me siento mejor estando en casa y chateando a través de las redes sociales”, sostiene.

Pero, a qué se debe que muchos jóvenes actúen de esa manera en la llamada era de las comunicaciones? Para el psiquiatra Secundino Palacios, a esta conducta hay que ponerle mucha atención, debido a que va en aumento en el país, “donde ya hay jovencitos que están llegando al extremo de pasar horas, semanas y hasta meses encerrados, aislados, solo comunicándose por las redes sociales con personas que, muchas veces, no la han visto personalmente; pero, según ellos, llegan al punto de hasta establecer vínculo con ellos, llevándolos a aislarse de la realidad”.

Explica que este fenómeno se puede dar más en jóvenes de clase media y alta, donde muchos llegan a sus hogares y se encierran en una habitación, la convierten en su mundo, y a las demás personas que viven a su alrededor ni las miran. La situación, agrega, requiere terapia médica.

“Se encierran en un mundo solamente de ellos, un mundo irreal, creado, cuasi delirante, cuasi sicopático, que necesitan muchas horas de trabajo psicoterapéutico y de socialización, porque ni sus padres los conocen. Hasta desayunan en su habitación, no socializan, su mundo es cada vez más estrecho. Rechazan a todos aquellos que no estén de acuerdo con sus ideas, se resisten a interactuar y compartir ideas con otros seres humanos que no estén en lo que es su dinámica de vida”, aduce.

El doctor Palacios explica que esta situación es de cuidado, debido a que las personas que se comportan de esta manera pueden desarrollar un trastorno en su personalidad y pueden llegar a padecer depresión.

Sostiene que en el país los casos de jóvenes que se aíslan socialmente tienden a aumentar, porque esta sociedad se vuelve cada vez “más hostil, ya que las personas hablan menos, sonríen menos y los dominicanos cada día están más desensibilizados”.

Cómo ayudarlos

El especialista entiende que para ayudar a que estos jóvenes se integren a la dinámica normal de un hogar se debe retomar la comunicación, donde los padres jueguen su rol y las madres el de ellas, porque los miembros de una familia “no pueden vivir cada quien por su lado”.

“Hay que retomar la comunicación familiar, donde el papá juegue su rol y la madre el de ella, no esto de que cada quien viva en una habitación o sentando en la mesa chateando”, dice Palacios.

Señala que identificar a un joven con esa conducta es muy fácil. “ Se ve cuando tu hijo no está integrado a la dinámica familiar. No comparte, no sale a comerse un helado con la familia, cuando no está dentro de esa dinámica familiar que incluye visitar al vecino, ir a la funeraria para dar el pésame , en fin… todas las normas sociales”, detalla.

Llama a no dejar que esa situación tome fuerza, debido, señala, que muchas veces esos grupos son los más vulnerables a involucrarse en situaciones delictivas.

“Al crimen organizado, a las pandillas, ahí es que el narcotráfico recluta con más facilidad, y para todas las cosas que son malas para la sociedad”, señala.

En Japón,los jóvenes “Hikikomori”

En Japón a las personas que se aíslan de los demás se les denomina “Hikikomori”, que significa literalmente apartarse, estar recluido, es decir aislamiento social agudo. De acuerdo con expertos, son muchos los factores que están influyendo para que jóvenes en todo el mundo adopten esta actitud.

Algunos  de los factores que podrían estar influyendo para que esos jóvenes se comporten de esa manera son los constantes bombardeos publicitarios de los medios de comunicación y las redes sociales, que muestran que si una persona no tiene una determinada estructura física, un estilo de vestir y un determinado nivel académico,  entonces no está  en lo correcto, lo que los lleva a sentirse “que no encajan en la sociedad”. Las personas que padecen esta conducta tienen un profundo temor social,  algunos en su interior quieren salir al mundo, quieren hacer amigos, pero no pueden, pues el miedo al rechazo es mayor y los paraliza, y ahí entra en juego el factor del aislamiento.

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