“Para mí, el bailar es indescriptible”

Con apenas cuatro años, Sindy Vargas inició sus estudios de danza en el Ballet Santo Domingo, que era dirigido por la maestra Irmgard Despradel, donde además tuvo el privilegio de recibir formación en sus primeros años por “estrellas” de…

Con apenas cuatro años, Sindy Vargas inició sus estudios de danza en el Ballet Santo Domingo, que era dirigido por la maestra Irmgard Despradel, donde además tuvo el privilegio de recibir formación en sus primeros años por “estrellas” de la danza nacional como Alejandra Doré, Susana Fortuna y Pastora Delgado. En entrevista para elCaribe, recuerda que se graduó a los 16 años de Bailarina Clásica con honores en dicha institución, siendo la primera generación de graduadas en 2003; luego de allí, mediante una audición nacional formó parte del Ballet Clásico Nacional por dos años, y a los 19, gracias al apoyo de su esposo construyó “esta hermosa academia con la cual he tenido el privilegio de descubrir otra gran pasión aparte de bailar, y es la enseñanza”.

¿Cuándo se inició en la danza y qué significa para usted?
Inicié desde muy pequeña, apenas cuatro años, en el Ballet Santo Domingo, dirigido por la maestra Irmgard Despradel. A los nueve audicioné para la Escuela Nacional de Danza, formándome allí en danza clásica, danza moderna y folclórica, de la mano de las más importantes figuras de esa disciplina. Me gradué a los 16 años de Bailarina Clásica con honores en dicha institución, siendo la primera generación de graduadas en 2003. Bailar para mí es un sentimiento indescriptible. En el escenario te sientes capaz de todo, logras inspirar, transmitir sentimientos al público, y decir con tu cuerpo eso que no puedes expresar con palabras.

¿A qué edad se debe iniciar en la danza?
Nosotros iniciamos a los tres años, pero estas son clases de movimiento creativo, donde se prepara el alumno física y mentalmente para cuando inicien los entrenamientos más fuertes. Las clases de barra las iniciamos a los siete años. Todo depende de la edad. Movimiento creativo de tres a seis años, vamos preparando el cuerpo de las alumnas, ejercicios de piso, corrección de la postura y posición del cuerpo, brazos y posiciones básicas, todo esto de forma dinámica y divertida, adaptándonos a la edad y condiciones físicas de cada niña. Pre ballet a partir de los siete hasta los nueve, ya en esta etapa trabajamos dos manos frente a la barra, combinaciones de pasos y movimientos coreográficos. Ya a partir de ahí, las niñas trabajan con una mano en la barra , luego de lograr los objetivos anteriores donde el cuerpo está centrado y las alumnas están conscientes de los pasos y su ejecución alcanzando mayor madurez corporal y mental. Cada cuerpo es diferente por lo que cada niña es trabajada de forma individual.

¿Por qué recomendaría la danza?
La danza nos ayuda a liberar stress, nos hace seres humanos sensibles, nos ayuda a comunicar, todo esto sin mencionar los beneficios en nuestra salud no solo físicamente, también internamente nos brinda bienestar.

¿Cómo se puede elegir una escuela?
Es una pregunta muy interesante. Fíjate es muy importante la condición física del plantel: piso en madera, espejos, barras… pero algo que he notado: como las madres inscriben sus hijas y rara vez preguntan la preparación del maestro, en manos de quién ponemos a nuestros tesoros, es por esto que diría que algo vital para elegir una academia es conocer el background del director de la academia y del profesorado.

¿Qué dedicación exige la danza?
Mucha. Es una de las disciplinas más demandantes física y mentalmente. Se necesita mucha perseverancia, constancia y disciplina. Hay una frase que me gusta mucho que dice que “el trabajo duro vence al talento cuando el talento no trabaja duro”, es decir, no porque tenga condiciones físicas extraordinarias le será más fácil, deben amar bailar, practicar en casa, y solo así obtendrán resultados.

¿Es fácil enseñar danza?
No es fácil. En nuestro caso nuestra academia es privada por lo que las niñas llegan con diferentes habilidades y condiciones físicas, aun así esto no nos detiene, por el contrario debemos sacar lo mejor de cada una sin importar si tienen o no lo que se necesita para el ballet. No es fácil pero las satisfacciones que te deja valen la pena.

Cuándo monta un baile… ¿Qué le inspira?
Me encanta, siempre nos inspiramos en motivos diferentes. El año pasado hicimos una función con motivo Orgullo dominicano y ver a nuestras alumnas disfrutar al salir al escenario y transmitir ese gozo al público es siempre una satisfacción. Este año el motivo fueron los grandes clásicos, donde presentamos El Lago de los Cisnes, Don Quijote, Paquita, entre otros. Estos montajes nos dan una referencia de cómo van creciendo y avanzando nuestras alumnas.

¿Cuántos años lleva enseñando?
Sindy Vargas Ballet School tiene nueve años, pero mi primera experiencia en la enseñanza fue con apenas 14 años en la Escuela Nacional de Danza, donde tuve la oportunidad de ser profesora de los grupos iniciantes, creo que allí nació mi amor por la enseñanza del ballet.

¿Cuáles han sido sus logros durante su trayecto como profesora?
Para mí lo más destacable es cuando veo esa generación que va subiendo de nuestra academia, niñas que vimos crecer, que llegaron a nuestras manos con apenas 3, 4 o 5 años verlas al día de hoy bailando clásicos del ballet como Lago de Los Cisnes o Don Quijote es verdaderamente lo que nos da fuerzas para seguir haciendo con tanto amor esta labor.

Sentir
En el escenario te sientes capaz de todo, logras inspirar, transmitir sentimientos al público, y decir con tu cuerpo lo que no puedes expresar con palabras”.

Satisfacción
Es sumamente gratificante cuando vez niñas que llegan a tus manos tímidas, y luego como mariposas salen de su capullo y dan lo mejor en el escenario”.

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