Definen a Abinader como agradecido, honesto y solidario

La impresión que se tiene de Luis Abinader cuando por primera vez se le conoce es que es un hombre parco, casi frío. A pesar del color miel de sus ojos su mirada se siente penetrante y refleja la sensación de que escudriña el interior de su interlocut

La impresión que se tiene de Luis Abinader cuando por primera vez se le conoce es que es un hombre parco, casi frío. A pesar del color miel de sus ojos su mirada se siente penetrante y refleja la sensación de que escudriña el interior de su interlocutor, como en busca de respuestas.Ya en la cercanía, el apretón de manos de este hombre de 6’1 de estatura y 180 libras nos dice que se está ante un ser humano firme, cálido, y sus palabras suenan convincentes, aunque necesariamente no se compartan sus ideas.

De él, sus allegados y colaboradores afirman que es un ser cuyas principales prendas morales son la honestidad, la solidaridad y el agradecimiento.

Deligne Ascención, quien forma parte de su equipo político, lo describe como el compañero siempre dispuesto a asumir compromisos y a extenderle la mano amiga al necesitado. “Cuando la posibilidad de que Luis fuera el candidato del PRD, hace varios años atrás, él personalmente inició un proyecto de reparación de viviendas de familias muy pobres en la comunidad de Gonzalo, en Monte Plata, y así ha seguido a costa de su propio bolsillo”, sostiene.

Trayectoria

Luis Rafael Abinader Corona es economista de profesión, empresario de éxito y busca la presidencia de la República, proyecto en el cual es respaldado por su partido, el Revolucionario Moderno, el Reformista Social Cristiano, Dominicanos por el Cambio, Humanista Dominicano, el Frente Amplio, así como por el movimiento Convergencia por un Mejor País y otros grupos de incidencia local.

En la selecciones de mayo de 2012, fue candidato a la vicepresidencia por el PRD en la boleta que encabezó el expresidente Hipólito Mejía, y en el 2005 fue precandidato a senador por la provincia Santo Domingo. En 1998 dirigió la candidatura de su padre, don José Rafael Abinader Wasaf, a senador de Santiago, campaña que ganó contra todos los pronósticos de entonces.

De piel blanca por su ascendencia canaria y libanesa, Luis Abinader nació en la ciudad de Santo Domingo el 12 de julio de 1967, en la calle Paseo de los Locutores esquina Emiliano Tardif, del ensanche Evaristo Morales, donde creció jugando pelota y al escondido y lavando los autos de la familia junto a su entrañable amigo Moisés Alou, quien recuerda que una de las responsabilidades que tenían era limpiarle los zapatos a don José Rafael, el padre de Luis.

“Luis era muy aguilucho, y recuerdo que cuando jugábamos pelota el cubría el outfield y se dejaba la gorra floja para cuando él corriera detrás de la pelota, cuando bateaban de aire, la gorra se le cayera, como sucedía con los jugadores de las Águilas”, cuenta Moisés.

Es el hijo menor del matrimonio de don José Rafael y Sula Corona, siendo sus otros hermanos José Rafael y Rita. Está casado con Raquel Arbaje Soni, también de ascendencia libanesa, quien es hija de Elías Arbaje Farah y de Margarita Soni. Es padre de Esther Patricia, Graciela Lucía y Adriana Margarita.

Compromiso con la democracia

Es el único de los aspirantes a la presidencia de la República en estas elecciones que no nació durante la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, aunque conoce lo pernicioso del trujillismo, por lo que él mismo se define como un comprometido con la democracia y la libertad.

Nacido bajo el signo de Cáncer, en Luis Abinader se percibe a un hombre decidido, tenaz, a veces terco y enérgico, pero quienes lo han tratado en el tiempo y en la intimidad afirman que es un ser intuitivo, sensible, sobre todo con quienes quiere y aprecia, lo que explica su apego al refugio de su hogar. Su familia es lo primordial, y se involucra hasta los tuétanos en todo lo que afecte su entorno familiar.

Su hermana Rita dice que es una cualidad propia del núcleo familiar, pero que en Luis sobresale por la disposición al servicio que siempre lo ha caracterizado: “Recuerdo que hace unos años teníamos una tía que estaba enferma y estaba fuera del país, y había que irla a buscar, y siempre se ponía una excusa, una obligación que impedía ir a buscarla, y sin decir nada Luis cogió un avión y se apareció con la tía; él siempre ha puesto el bien de los demás por encima de él mismo”.

Así lo describe su amigo de toda la vida y compañero de estudios en el colegio católico Loyola, el empresario Ian Rondón, quien observa que el candidato presidencial siempre se distinguió entre los amigos de la época por ser el que tenía las ideas más avanzadas del grupo, ya que mientras el conjunto pensaba en cines, música u otras vanidades, Luis Abinader se inclinaba por las cuestiones sociales.

Sin embargo, dice: “Esa condición no lo mantenía encumbrado ni alejado de los demás, pues cuando de hacer coro se trataba y Abinader tenía que sacrificarse con alguna chica, pues él no lo pensaba dos veces y asumía el sacrificio para que el coro siguiera. Él siempre reía, siempre ha sido muy divertido, hacía chistes con los demás, pero sin ofender, porque siempre ha sido muy respetuoso, hasta dentro de las cherchas”.

El economista Miguel Ceara Hatton también da testimonio de un Luis Abinader dedicado y con ideas avanzadas. Fue su profesor de Macroeconomía e Historia del Pensamiento Económico en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, donde se formó como economista, para luego hacer estudios de postgrado en Gerencia de Proyectos en el Instituto Arthur D. Little de Cambridge, Massachusetts, así como de Finanzas Corporativas e Ingeniería Financiera en la Universidad de Harvard, y de Gerencia Avanzada en Dartmouth College en Nuevo Hampshire.

“Sus trabajos siempre los entregaba a tiempo, y a la hora de defenderlos lo hacía con firmeza, convencido de que lo que había hecho lo había hecho bien”, dice.

No ha ocupado cargo público

A Luis Abinader se le enrostra como una de sus principales debilidades el hecho de no tener experiencia de Estado. Con frecuencia se recuerda que nunca ha sido electo a nada ni ha ocupado posiciones públicas que le otorguen el “know how” necesario como para que el electorado ponga en sus hombros la conducción del Estado. Incluso, el no haber ocupado ninguna posición pública es un hecho que sus adversarios en la contienda electoral utilizan como arma para poner en duda su probidad y moralidad a la hora de administrar el erario. A ello pareció referirse el presidente Danilo Medina en un reciente discurso, cuando mostrando sus manos dijo que están limpias y se refirió a las críticas de quienes nunca han administrado un centavo del Estado, por lo que no pueden decir lo mismo. No obstante, para otros como el ex grande ligas Moisés Alou esas debilidades son precisamente su fortaleza, ya que ha alcanzado el éxito en lo privado y jamás ha necesitado los dineros del pueblo para beneficiarse personalmente. “Nunca me he metido en política, nunca he apoyado a nadie, pero por Luis, que es mi amigo y lo conozco, conozco su familia, me meto de cabeza en lo que él se meta, porque estoy seguro de que no va a ir al gobierno a hacerse rico, sino a servir”, dice. 

La anticorrupción como bandera política

La propuesta política de Luis Abinader se basa en un cambio del modelo económico vigente, a fin de hacerlo más incluyente, sobre la base de una sociedad de derechos y oportunidades para todos. Entiende que el crecimiento económico debe reflejarse en el bienestar directo de la población, por lo que el Estado debe estar al servicio de la gente. Abinader se ha hecho abanderado del discurso anticorrupción, señalando que los dineros públicos deben manejarse con transparencia. Ha propuesto una alianza para destinar más recursos para disminuir la desigualdad social y la inequidad. “Estamos convencidos de que ningún plan de desarrollo dará resultado si no se combate la corrupción y la impunidad con la aplicación de políticas públicas creíbles y transparentes, impidiendo que los recursos públicos terminen en manos de pequeños pero muy influyentes grupos vinculados al poder”, ha dicho.

Los amigos

Miguel Ceara Hatton
Economista y profesor

“Fui profesor de Luis Abinader en el Intec, y lo recuerdo como un estudiante aplicado, que siempre cumplía con sus deberes. No lo recuerdo como un estudiante que pueda llamarse polémico, pero sí defendía sus propuestas con propiedad, convencido de su trabajo, siempre mesurado, dedicado a sus estudios de economía”.

Moisés Alou
Exgrandes ligas y amigo de infancia

“Crecí junto a Luis y a sus hermanos y siempre vi en esa familia a gente muy correcta y muy honesta, siempre dispuestos todos a ayudar a los demás. Mis mejores recuerdos de infancia los tengo junto a Luis, pues jugábamos al escondido, inventábamos hacer cine y hasta a tener una librería”.

Deligne Ascención
Miembro del equipo de campaña

“Cuando el amigo Luis Abinader me llamó a formar parte de su equipo de campaña no lo pensé dos veces y respondí a su llamado afirmativamente. Creo en él, en su propuesta de país, porque he visto que su propuesta política se identifica con nuestra formación y es la que más conviene actualmente a los intereses de todos”.

Opiniones

Luis es una persona totalmente dedicada, no se cansa y es muy escudriñador en todo, siempre está al tanto de cada detalle”.
Lourdes Cecilia Herrera
Directora del despacho

Recuerdo a Luis como un muchacho inquieto, que jugaba con sus amigos y todos lo respetaban, porque siempre fue muy correcto”.
Ana Sangiovanni
Residente en el Evaristo Morales

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