Berroa, Felipe, Peña y Polonia, inmortales caribeños

Gerónimo Berroa y Luis Polonia fueron breves en sus palabras. Tony Peña, en tanto, fue más extenso, y le atribuyó su éxito profesional al apoyo de su familia. Así se desarrolló la exaltación al Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe de…

Gerónimo Berroa y Luis Polonia fueron breves en sus palabras. Tony Peña, en tanto, fue más extenso, y le atribuyó su éxito profesional al apoyo de su familia. Así se desarrolló la exaltación al Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe de esta trilogía de exjugadores, que fueron reconocidos ayer durante un acto celebrado en el Salón de Conferencias de Claro y que estuvo encabezado por el presidente de la Confederación de Béisbol del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera.

Felipe Rojas Alou, quien también fue exaltado, no estuvo presente en el acto y fue representado por el también inmortal caribeño George Bell. “Nunca pensé que iba a estar aquí”, apuntó Berroa, el primero en ser inmortalizado. “Qué bonito es estar al lado de grandes figuras, y sobre todo, dominicanos, en el Pabellón de la Fama de la Serie del Caribe, en especial con el gran Felipe, a quien le agradezco mucho porque me dio la oportunidad de pertenecer al equipo que participó en la Serie del Caribe de 1990. No tengo palabras para agradecerle”, agregó.

Berroa participó en seis Series del Caribe, de las cuales fue parte de cuatro títulos: 1988 y 1990 con los Leones del Escogido, y 1991 y 1994 con los Tigres del Licey. Fue seleccionado Jugador Más Valioso (1990 y 1991) en las series celebradas en Miami. En cada una de ellas remolcó ocho carreras.

El ceremonial continuó con Peña, un exreceptor que jugó y dirigió en la tradicional justa que reúne a los campeones invernales de Puerto Rico, República Dominicana, Cuba, México y Venezuela, alcanzando importantes logros en ambas facetas.

“Le doy las gracias a Dios por darme la oportunidad de poder desarrollarme y descollar en todo lo que he hecho en el terreno de juego. Ninguna de esas cosas se puede lograr sin uno no tiene una gran familia detrás de uno. Gracias por darme esa esposa y esos hijos que Dios me ha dado. Esa es la forma más emocionante que tiene este servidor de poder compartir estos logros con ellos”, sostuvo Peña, quien participó en ocho Series del Caribe como receptor, empatando una marca en ese sentido con Alberto Castillo y Francisco Estrada. Fue miembro de los equipos campeones Tigres del Licey en 1980 y Águilas Cibaeñas en 1997, ambas como jugador. Como dirigente, condujo a las Águilas al cetro en 1998.

De su lado, Polonia, poseedor de varios récords caribeños, tuvo un discurso de apenas un minuto y 21 segundos.

“Me siento muy halagado y contento, por tantos años de lucha y gracias a Dios, ese momento llegó que tanto había esperado. Gracias a mi papá, quien en este momento debe sentirse muy orgulloso, ya que parte de lo que ha sido Luis Polonia, él ha sido responsable de eso. Este es un momento muy emocionante. Me siento una de las personas más importantes del béisbol del Caribe”, indicó la “Hormiga Atómica”.

Alou, Polonia, Peña y Berroa se unen en el nicho de la inmortalidad caribeña a Ricardo Carty (1996), Manuel Mota (1998), Pedro Borbón (1999), George Bell (2004), Domingo Ernesto -Monchín- Pichardo como propulsor (2004), Winston -Chilote- Llenas (2008), Joaquín Andújar (2012) y Neifi Pérez (2012).

Durante el acto de exaltación a los nuevos inmortales estuvieron presentes los presidentes de las ligas invernales de béisbol, doctor Leonardo Matos Berrido, de República Dominicana; Omar Cañizales, de México; Héctor Rivera Cruz, de Puerto Rico; Oscar Prieto Párraga, de Venezuela; Higinio Vélez, de Cuba, así como Mario Melvin Soto, presidente de la Confederación de Peloteros Profesionales del Caribe.

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