Después de la proclama

Definitivamente, ya las elecciones están aquí. La política se agita. Las encuestas de moda. Los ataques suben de tono y hasta se habla de riesgo para la paz.

Definitivamente, ya las elecciones están aquí. La política se agita. Las encuestas de moda. Los ataques suben de tono y hasta se habla de riesgo para la paz.Un signo muy claro de que la campaña cobra cuerpo, oficializada ya por la proclama formal de la Junta Central Electoral (JCE), que asegura que está en capacidad de garantizar las elecciones más limpias y confiables de la historia democrática dominicana.

En las votaciones se decidirán 4,066 puestos electivos: la Presidencia y Vicepresidencia de la República, el Congreso y los municipios.

Ahora, cuando la gente ya tiene los ojos bien abiertos, es comprensible que todo suba de tono. Lo que se discute es el poder y quiénes habrán de retenerlo o conquistarlo.

Pero no tiene que ser una lucha a muerte. El liderazgo político, los partidos, deben actuar con calidad, templanza y valor exponiendo sus puntos de vista y defendiendo el voto para ganar.

En términos bien sencillos: los partidos tienen que cumplir su deber cívico.
Siempre habrá quejas, pero en estos tiempos parece que se han creado las condiciones para que los participantes en el torneo tengan toda la confianza en el sistema electoral.

La JCE afirma y reafirma que actúa y actuará con transparencia. Y debe trabajar para que haya la mayor equidad entre los actores.

Ese es su deber y el compromiso. De eso va a depender que las elecciones sean una verdadera fiesta democrática, porque los participantes tendrán iguales derechos.

En cualquier circunstancia, es fundamental evitar que situaciones pongan a riesgo la convivencia política. El lenguaje agresivo más allá de lo comprensivo, los ataques que conduzcan al ultraje, deben ser excluidos de la campaña. El lenguaje rudo y exacerbado puede estimular la violencia.

Ya tenemos demasiado con la violencia criminal. La violencia política o en la política sería simplemente mortal. Arrasaría todo lo que hemos alcanzado.

Vamos a la campaña, pero hay que hacerlo desde una perspectiva que tienda a edificar, y que ganen las mejores propuestas para una sociedad que aspira y busca un mejor destino.

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