El agua en el GSD

La semana pasada, algunos barrios al norte de la avenida John Kennedy se quejaron de la falta de agua. La CAASD explicó que fue a causa de una avería. Y suplieron esos barrios con tanqueros. No se trataba de escasez, pero hay inquietud.

La semana pasada, algunos barrios al norte de la avenida John Kennedy se quejaron de la falta de agua. La CAASD explicó que fue a causa de una avería. Y suplieron esos barrios con tanqueros. No se trataba de escasez, pero hay inquietud.

El agua es clave, y asimismo puede devenir en un producto político, como el arroz o las habichuelas.
El año pasado, el país, y el Gran Santo Domingo en particular, sufrieron una aguda sequía como hacía tiempo no ocurría. Los aguaceros del mes de mayo nunca llegaron, y ya con la temporada ciclónica entre nosotros, a partir de junio, fue que empezaron a caer chubascos.

Ayer, El Nacional recogió una queja de falta de agua en sectores del Gran Santo Domingo: “La falta de agua potable afecta sectores como Villas Agrícolas, Pantoja, Villa Morada, Pedro Brand y Los Alcarrizos, Los Mameyes, Isabelita y La Tablita”.

La semana pasada, la subdirección técnica de la CAASD dijo que no había lugar a escasez, porque tenía agua disponible y se suplía normalmente a todos los sectores.

Pero la tendencia es a la disminución de las lluvias. Es lo que ha ocurrido en los últimos tres años. Lo observaba en mayo de 2015 la directora de Meteorología, en medio de la dramática sequía que vivimos entonces.

Hacia el futuro, mediados de este siglo, los imponderables son mayores. Las precipitaciones podrían disminuir entre un 15 y un 17 %; las temperaturas mínimas se podrían elevar entre 2 y 6 grados Celsius en los valores promedios anuales, con temperaturas más cálidas en la mañana y aumentos más notorios en las regiones Sur, Sureste y Central.

Así lo sugiere el “Estudio de Simulación de las Posibles Variaciones Climáticas en República Dominicana para los años 2050 y 2070”, revelado por las organizaciones que dan seguimiento al Cambio Climático.

Está claro lo vulnerable que somos al cambio climático. En este campo, a corto plazo, las predicciones están muy vinculadas a los cambios impredecibles. Hasta las concentraciones lluviosas en las zonas tradicionales presentan mutaciones de unas a otras.

¿Qué previsiones tiene la CAASD ante una larga sequía? Debe explicar los planes, al menos, hasta el inicio de la temporada ciclónica. l

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