¿Qué estás esperando?

Es increíble como un suceso ajeno a ti puede tocarte tanto. Recientemente, almorzando en mi casa escuché a una persona llorar desconsoladamente. Luego de abrir las ventanas, la puerta, bajar las escaleras… para socorrer a quien pudiera necesitarlo,&#8

Es increíble como un suceso ajeno a ti puede tocarte tanto. Recientemente, almorzando en mi casa escuché a una persona llorar desconsoladamente. Luego de abrir las ventanas, la puerta, bajar las escaleras… para socorrer a quien pudiera necesitarlo, me percaté de que los lamentos venían de otro edificio cercano al mío. Aquella mujer había perdido a una persona importante en su vida, y con él, también la oportunidad de afirmarle cara a cara lo mucho que lo amaba, o quizá, pedirle perdón por los malos ratos que pudo ocasionarle. Entonces, no pude evitarlo. Sentí su dolor. En medio de lágrimas, repasé todos los “te quiero” que olvidé decir, las llamadas que no hice porque el orgullo era mi ley; los “perdón” que nunca salieron de mi boca, o que cuando lo hicieron, no provenían del corazón.

También, las veces que acepté como bueno y válido que alguien me tratara así. Pero lo más valioso que recordé es que la vida es muy frágil, que mañana puede ser tarde; que el presente, y no una fecha específica, es el momento de comunicar lo que sientes y, si no lo has hecho o te perdiste en el camino, comenzar a creer en el amor.

Deseo de todo corazón que estas páginas de Pandora, como a mí, te den el ánimo necesario para soltar, o por el contrario, permitirte sentir y dejar que te amen. No dejes que las malas noticias te hagan recordar en medio del lamento lo que debiste haber hecho y no hiciste. Hoy es el mejor día para amar.  

@AiramToribio

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