Más embajadores de Estados Unidos escriben cartas

El 18 de junio de 1958, el Congreso nacional emitió una resolución para solicitar la terminación del Acuerdo de Asistencia Militar celebrado años antes entre la República Dominicana y los Estados Unidos. El canciller dominicano, Porfirio Herrera&#823

El 18 de junio de 1958, el Congreso nacional emitió una resolución para solicitar la terminación del Acuerdo de Asistencia Militar celebrado años antes entre la República Dominicana y los Estados Unidos. El canciller dominicano, Porfirio Herrera Báez, envió dicha resolución al embajador de Estados Unidos, Joseph Farland, que motivó la carta que reproducimos más adelante. La misiva de Farland recibió una amplia contestación del canciller, poniendo los puntos sobre varias íes de lo que consideraba el Gobierno dominicano en ese momento. Seguimos revisando nuestro archivo, y encontramos un largo artículo de Félix W. Bernardino, de octubre de 1958, en el que hacía comentarios muy enojosos en contra de los norteamericanos. Es de suponerse que ni la carta de Herrera ni el artículo de Bernardino correspondían a opiniones personales: seguían las instrucciones de Trujillo. Entonces, ¿qué pasaba en 1958 capaz de destapar la ira del gobernante dominicano? Revisando varios libros de los historiadores locales no encontramos nada excepcional. La investigación de la muerte de Galíndez fue principalmente en 1956, las sugerencias de los norteamericanos a Trujillo para que abandonara el poder fueron en 1960. Entonces, ¿qué sucedió en 1958? La respuesta la encontramos en Fernando Infante, Biografía de Trujillo, página 151: “La actitud del gobierno dominicano hacia los Estados Unidos para el año 1958 mostraba cierta hostilidad que adquirió mayor tensión luego de Ramfis abandonar el curso para oficiales superiores de América Latina, auspiciado por el gobierno norteamericano y al cual había asistido, conjuntamente con Fernando A. Sanchez y Rafael B. Richardson, como la representación militar dominicana al curso de Estado Mayor que impartía la Academia de Leavenwoth en Kansas.” El enojo de Trujillo no paró con la respuesta de Herrera al embajador de Estados Unidos, ni con el artículo de Bernardino. En noviembre de 1958, el capitán de navío Rafael B. Richardson fue condenado a cinco años de reclusión por el Consejo Superior de Guerra de las Fuerzas Armadas, bajo la acusación de violación al artículo 220 del Código de Justicia de las Fuerzas Armadas al tener a su cargo la subsistencia de tropas y resultar culpable de negligencias graves en el cumplimiento del servicio. Según se dice, el pecado de Richardson había sido que se graduó en Leavenworth…. y Ramfis no… si bien es verdad que Ramfis no se graduó por abandono del curso, no porque lo suspendieran… pero lo suspenderían por inasistencia por haberse dedicado a cortejar actrices de Hollywood y no atender a clases.

La carta del embajador estuvo introducida por El Caribe de la siguiente forma:

Intercambio de Notas Diplomáticas
“A continuación se insertan las notas cambiadas entre el Embajador de Estados Unidos de América, Joseph S. Farland, y el Secretario de Relaciones Exteriores, licenciado Porfirio Herrera Báez, a propósito de la Resolución del Congreso Dominicano que solicita la terminación de ciertos tratados entre nuestro país y los Estados Unidos de América.

También se publica un “Aide-Memoire” de la Embajada de Estados Unidos.
Nota de la Embajada de los Estados Unidos de América.

“Ciudad Trujillo
“30 de junio de 1958.
“No. 534.
“Excelencia:

“Tengo el honor de avisar recibo de la Copia de la Resolución del Congreso Dominicano del 18 de junio, que fue entregada por Su Excelencia al Encargado de Negocios de esta Embajada el 18 de junio de 1958. Tengo entendido que esta Resolución está siendo estudiada en la actualidad por una Comisión de Juristas designada por Su Excelencia el Presidente de la República con ese fin específico, así como con el objeto de recomendar a la Rama Ejecutiva del Gobierno de Su Excelencia medidas propias a adoptar en vista de dicha Resolución.

“Como la referida Resolución pide específicamente la terminación de varios acuerdos suscritos entre la República Dominicana y los Estados Unidos de América (Acuerdo de asistencia militar; Acuerdo para extender el campo de tiro de gran alcance para la prueba de proyectiles dirigidos; Convenio sobe usos civiles de energía nuclear; Convenio para el establecimiento de estaciones LORAN, y otros acuerdos relativos a la cooperación técnica), he sido instruido por mi Gobierno para informar al Gobierno de Su Excelencia que los Estados Unidos se han consagrado a una política que trata de mantener las más amistosas relaciones posibles con las otras repúblicas americanas. Especialmente con respecto a las relaciones entre nuestros dos gobiernos, los acuerdos citados en la Resolución son una prueba de la capacidad de nuestros dos países para laborar juntos a fin de promover nuestros intereses comunes en el desarrollo de medidas más eficaces para la defensa de este hemisferio y del mundo libre. Nuestro común deseo de fomentar el bienestar de nuestros respectivos pueblos en campos no militares es manifiesto también en los acuerdos relativos a los usos civiles de la energía nuclear, al igual que en otros programas de cooperación técnica. En virtud del programa de seguridad mutua, cada proyecto emprendido con otro país representa un esfuerzo mutuo y un beneficio mutuo. Reconocemos que la seguridad de los Estados Unidos de América está íntimamente ligada con la seguridad de otras naciones libres con las cuales estamos enlazadas por tratados.

“Tengo instrucciones de informar a Su Excelencia de la intención de los Estados Unidos de cumplir los acuerdos que ha firmado con otros países, incluso con la República Dominicana, de lo que se sigue, por lo tanto, que los Estados Unidos están dispuestos a llevar a cabo los distintos programas emprendidos en virtud de sus acuerdos con la República Dominicana, siempre que exista una disposición correspondiente por parte del Gobierno de Su Excelencia.

“Lo que antecede representa las sinceras opiniones de mi Gobierno. Me sería grato discutir el asunto con Su Excelencia a su mejor conveniencia a fin de que yo pueda informar más ampliamente a mi Gobierno acerca de las meditadas opiniones del Gobierno de Su Excelencia.

“Aprovecho la oportunidad para expresar a Su Excelencia las renovadas seguridades de mi más elevada consideración”.
“Joseph S. Farland.

“Su Excelencia
“Lic Porfirio Herrera Báez
“Secretario de Estado de
“Relaciones Exteriores
“Ciudad Trujillo

En las próximas semanas continuaremos con la carta de Herrera Báez y el Aide-Memoire indicado más arriba.

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