Mitos y verdades sobre la cirugía bariátrica

Muchas personas con problemas de obesidad recurren a la cirugía bariátrica como una manera rápida de perder peso. Pero, ¿qué efectos secundarios pueden surgir después?

Muchas personas con problemas de obesidad recurren a la cirugía bariátrica como una manera rápida de perder peso. Pero, ¿qué efectos secundarios pueden surgir después?“La cirugía de la obesidad” o “cirugía bariátrica” ha experimentado en los últimos años un vertiginoso crecimiento en el país, acorde al incremento en los índices de sobrepeso de la población en general. Gracias a su confiabilidad y a los notables resultados que experimentan los pacientes operados, las distintas técnicas quirúrgicas para bajar de peso disponibles ganaron terreno, posibilitando a muchos pacientes resolver una enfermedad de difícil solución a través de métodos convencionales tales como dietas o medicamentos. Si embargo existen muchos mitos alrededor de ésta, comenta Pablo García, cirujano general, laparoscópico y bariátrico, quien aclara los mitos y verdades sobre esta revolucionaria técnica.

La cirugía bariátrica no es mágica. Es importante entender que la cirugía bariátrica no cura la obesidad, sino que ayuda a los pacientes a resolver su exceso de peso y a controlarlo. La obesidad es una enfermedad crónica, por lo que, la tendencia a engordar es algo permanente que estará presente a lo largo de toda la vida del paciente. La operación sólo se puede considerar un éxito cuando el paciente toma realmente conciencia de su problema y modifica sus conductas alimentarias de forma permanente.

¿La obesidad se cura con cirugía? La cirugía bariátrica no “cura” la obesidad sino que permite “controlarla”. El obeso tiene facilidad para almacenar la energía que ingiere, y esa situación metabólica lo va a acompañar siempre. El verdadero cambio a largo plazo se logra cuando el paciente toma conciencia y cambia sus conductas alimentarias para toda la vida.

Mientras más rápido baje de peso, mejor. Es cierto que los primeros meses el paciente experimenta un rápido descenso, pero hay que procurar que éste se produzca de manera paulatina. Lo más adecuado es que sea un proceso lento, progresivo y, sobre todo, saludable.

Terminado el proceso, ¿puedo comer cuanto quiera? Uno de los mayores desafíos una vez alcanzado el objetivo es el mantenimiento del peso alcanzado. Esto significa que existe una fuerte tradición de malas costumbres alimentarias y, probablemente, de asociaciones incorrectas entre distintos estados de ánimo y las ganas de comer , por lo que es fundamental dejarse ayudar para controlar aquellos hábitos modificables que llevaron al paciente a ser obeso.

¿Estaré incapacitado largo tiempo? La cirugía bariátrica es una intervención mínimamente invasiva, por lo que el periodo de recuperación es bastante breve. Algunos pueden irse a casa transcurridos apenas uno o dos días, aunque necesitan un periodo corto de reposo posterior de 10 a 15 días.

Si el estómago se achica, ¿no voy a tener ganas de comer? Esto no siempre es así. Una buena operación es aquella que, además de limitar la cantidad de alimentos que se puede ingerir, disminuye el deseo de comer. A modo de ejemplo, la “manga gástrica” disminuye el nivel de unas hormonas potentes llamadas grelinas que precisamente regulan el deseo de comer.

¿Deberé tomar vitaminas de por vida? Debido a que reduce la ingesta de alimentos y a que parte de los alimentos saltean porciones de órganos del sistema digestivo donde se produce la absorción de los nutrientes, los pacientes de bypass gástrico pueden sufrir un déficit en los niveles de ciertas vitaminas y minerales. Esta carencia deberá ser compensada mediante el uso de suplementos vitamínicos, que no deberán ser de por vida.

¿No podré hacer ejercicios? En cuanto a la actividad física, dado que la masa muscular ha estado relegada en el paciente obeso, el retorno a su práctica debe ser gradual y supervisado para evitar lesiones musculares tales como desgarros o esguinces innecesarios.

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