Abordar las Líneas I y II del Metro de Santo Domingo en horarios “pico”, para muchos se ha convertido en un trago amargo pero necesario. Y es que el número de usuarios que utilizan este servicio ha sobrepasado la capacidad actual de este medio de transporte.Si no tienes alguna condición especial, si eres envejeciente, niño o estás en periodo de gestación, tendrás suerte si logras conseguir un asiento disponible. Estarás expuesto a recorrer un trayecto de pie; en otros casos ir tan apiñado que deberás permanecer en una sola posición.
Algunos usuarios compartieron sus experiencias con el Caribe. Ser parte del tumulto en los trenes del ferrocarril a algunos les ha costado su práctica universitaria a otros que tener que salir de uno de los vagones de este sistema por dificultad respiratoria.
Augusto Pinales todos los días aborda el Metro desde la estación Gregorio Gilbert, Línea I, hasta la parada Ulises Francisco Espaillat, Línea II.
Ya no se acuerda la última vez que llegó a su destino sentado. “Yo he visto como la gente se ha quedado afuera”, dice como para consolarse.
Jairo Fernández, estudiante de la Universidad Dominicana O &M, recuerda como quedó la maqueta que llevaba en manos, la cual debía ser entregada a su instructor como parte de una asignación.
Para este joven, fue lastimoso ver como su esfuerzo fue arruinado por los movimientos bruscos de los pasajeros.
“Cuando esto está muy lleno, la gente te empuja. Los días en que hay menos personas es cuando la universidad está cerrada o los días feriados”, explica.
Metro transporta 260 mil usuarios
Diariamente (excepto sábado y domingo) un promedio de 260 mil personas utilizan este medio de transporte, que cuenta con 102 vagones para transportar a los usuarios de ambas líneas, los cuales, según el subdirector de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte, (Opret)Leonel Carrasco, ya no resultan suficientes para satisfacer la demanda.
Cuando los vagones de este sistema ferroviario son abarrotados por los pasajeros, el ambiente no es apto para personas que padezcan presión arterial.
Bien lo sabe María Encarnación, quien meses atrás fue asistida por miembros del Cuerpo Especializado para la Seguridad del Metro (Cesmet) tras sentir que le faltaba el aire dentro de un vagón.
Pero hay quienes prefieren sufrir los taponamientos en el tránsito que se desenvuelve en la vía, y no estar apretado como “sardina” dentro del Metro.
Es el acaso de Erasmo Vargas, quien consideró que la solución a la sobredemanda del servicio es la incorporación de nuevos vagones.
