Pelegrín Castillo exige una «investigación exhaustiva” sobre homicidio de su chofer

Todavía en los oídos de los residentes de la calle Primera del sector de Manganagua retumban los impactos de los disparos que le causaron la muerte, ayer, al chofer del candidato presidencial de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo.

Todavía en los oídos de los residentes de la calle Primera del sector de Manganagua retumban los impactos de los disparos que le causaron la muerte, ayer, al chofer del candidato presidencial de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo.A pesar de que la Policía Nacional informó que investiga las circunstancias en que el primer teniente del Ejército de la República Dominicana, Alcibíades Valdez Sánchez, fue ultimado por desconocidos, los residentes de esa barriada del Distrito Nacional relacionan el caso de sangre con la delincuencia común, práctica que califican el “pan nuestro de cada día” en la zona.

Algunos narran que a eso de las 5:20 de la mañana escucharon varios disparos, pero cuando salieron vieron al militar tirado en el pavimento en medio de un “charco de sangre”, mientras dos desconocidos corrían del lugar de los hechos. El oficial residía en la tercera planta de la casa marcada con el número 10.

Explicaron que la víctima, quien fue asesinada frente a su casa, donde supuestamente tenía unos 15 días residiendo, junto a su compañera e hija, reprendió la acción con su arma de reglamento en contra de sus agresores.

De su lado, Pelegrín Castillo exigió a las autoridades “una investigación exhaustiva” sobre el asesinato de su chofer, tras señalar que se sentía apenado por lo ocurrido en contra del militar, de quien agregó, lleva varios años laborando al lado de su familia.

Pesquisas

La Policía Nacional explicó que la víctima fue interceptada por varios desconocidos mientras se aprestaba a abordar su vehículo para dirigirse a sus actividades laborales, y al confrontarlos se habría originado un enfrentamiento, donde murió a causa de varios impactos de balas.

En la escena del suceso, la Policía Científica levantó el arma de reglamento del militar, así como también diez casquillos que serán sometidos a los análisis pertinentes para determinar por cuántas armas fueron disparados, mientras simultáneamente analizan vídeos de las cámaras del sistema 911. Las investigaciones del caso están a cargo de oficiales de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim). 

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