Unión Cívica Nacional – 1963

Luego del ajusticiamiento de Trujillo en mayo de 1961, los gobiernos sucesivos, Joaquín Balaguer y el Consejo de Estado, determinaron que las primeras elecciones por voto libre de la ciudadanía se celebrarían el 20 de diciembre de 1962. Participaron&#8

Luego del ajusticiamiento de Trujillo en mayo de 1961, los gobiernos sucesivos, Joaquín Balaguer y el Consejo de Estado, determinaron que las primeras elecciones por voto libre de la ciudadanía se celebrarían el 20 de diciembre de 1962. Participaron siete partidos, pero la lucha se concentró entre el PRD con Juan Bosch como candidato, y Unión Cívica Nacional con Viriato Fiallo. Este último partido había concitado grandes simpatías y se perfilaba como ganador. Sin embargo, no fue así. Ganó el PRD por amplio margen y se calificó como “vergonzosa” la derrota del segundo partido. Diez días después de las elecciones, tan pronto se inició enero de 1963, empezaron las quejas de los miembros de UCN. El 24 de enero El Caribe reseñó que el Comité Político de Santiago había solicitado una transformación total de la dirigencia de ese partido, y en esa ciudad se celebró una reunión de cuatro horas cuyos términos no se dieron a conocer a la prensa, con una delegación de esa ciudad en la cual estaban el secretario general, doctor Luis Manuel Baquero, y el doctor Francisco Acevedo Gautier. En una de las críticas que se hicieron, culparon al doctor Fiallo por haber convertido a la UCN, de una agrupación cívica en un partido político, y alegaron que, en primer lugar, se explotó la historia de su líder y su actitud frente a Trujillo y su gobierno tiránico, poniendo de manifiesto la ambición presidencialista de Fiallo. Otro de los reclamos era que el partido estaba compuesto por grupos negativos y antipopulares dentro de la dirigencia. La crisis se había agudizado a partir de los reclamos de la Junta de Santiago, que hemos reseñado al inicio de esta Página y que tuvo como principal vocero al doctor Aníbal Campagna, senador electo. Al momento de reseñar esa reunión, se publicó una carta del señor V. García Saco, Vicepresidente del Comité de Santiago, en la que decía que los miembros del partido apoyaban a la RANCIA Y APOLILLADA ARISTOCRACIA POPULAR, ya tan pasada de moda, y que determinados TUTUMPOTES DE LA OLIGARQUÍA, que habían figurado en las candidaturas municipales ejercían presiones y amenazas para impedir que determinadas personas figuraran en la boleta electoral. La prensa también reseñaba el 26 de enero de 1963 que la misma UCN consideraba que algunos grupos o personas, dentro del partido, en su forma de expresar opiniones, en el análisis de los acontecimientos que culminaron en las elecciones del 20 de diciembre de 1962 estaban “revelando carencia de serenidad”. El Caribe pudo enterarse que ese día 26 el comité ejecutivo se reuniría en privado y se había solicitado que se suspendieran las elecciones generales del partido, programadas para ese día, para elegir nuevos directivos y convertirlas en una asamblea donde se conocieran otros puntos. Ese 26 de enero, el Comité Central Ejecutivo de UCN publicó el siguiente:

COMUNICADO

Algunos grupos o personas, dentro de Unión Cívica Nacional, en su forma de expresar opiniones, en el análisis de los acontecimientos que culminaron en las elecciones del 29 de diciembre, está revelando carencia de serenidad, producto del natural estado de ánimo subsecuente a la culminación electoral.

En esa forma se lesiona el diálogo objetivo, lo que traerá marcado perjuicio al clima de convivencia nacional. Por ello declaramos que debemos frenar tal actitud, pues estas pugnas pueden arribar en grave daño a la unidad y supervivencia del Partido, precisamente en momentos en que un nuevo periodo de acción, serio y firme, es requerido para salvaguarda de los supremos intereses del pueblo dominicano.

En el caso preciso del comunicado del Comité Provincial de Unión Cívica Nacional de Santiago, cúmplenos aclarar:

a) Que nuestro presidente, el doctor Viriato A. Fiallo, en alocución radial después de las elecciones significó que los cuadros de mando deberían ser reestructurados.

b) Que en la sesión plenaria del Comité Central ejecutivo del 14 de este mismo mes, se acordó por voto unánime, convocar un Consejo Nacional que debería tener, entre otros motivos, la reestructuración del Comité Central. En esta ocasión el doctor Viriato A. Fiallo ratificó su determinación de abandonar la presidencia a fin de facilitar el proceso por él mismo propiciado.

Por tales motivos el Comunicado provincial en referencia estaba de antemano cumplimentado, por la decisión unánime del Comité Central Ejecutivo el 14 de enero señalado.

COMITÉ CENTRAL EJECUTIVO
25 de enero de 1963

Con este Comunicado se daba a entender que ya habían sido tomadas las medidas para la reestructuración dejando de lado el propósito señalado el 14 de enero de elecciones dentro del Partido.
El 27 de enero, El Caribe reseñaba la renuncia de Fiallo a la Presidencia del Partido y reprodujo algunos de los párrafos de una carta suya en una reseña que incluimos a continuación:

Fiallo indicaba que “quedaba como simple militante, pero con la misma firmeza y el mismo entusiasmo e igual devoción en el cumplimiento de mis deberes cívicos.”

Señaló que su “vehemente adhesión a la justicia y a la democracia y mi apasionado amor a la libertad me condujeron a actuar en dos épocas luctuosas para el patriotismo nacional: los ocho años de intervención norteamericana y los treinta años de la Era de Trujillo.”

Hablando a los delegados reunidos en el comité, Fiallo indicó que dentro de su partido alcanzó una meta “causa de mis desvelos en los últimos tiempos, el establecimiento de un estado de derecho en la República Dominicana. Fuimos a las elecciones, más que todo, para lograr esa meta de libertad y democracia, y UCN se anotó esa victoria más cara, muchísimo más cara aún, que la simple captación del poder público.”

Refiriéndose a la etapa de conversión de UCN en partido político, significó que “en esa etapa cometí muchísimos errores, errores intelectuales, no me acuso de haber cometido un solo error moral, de ahí la paz que siento en la intimidad de mi conciencia.”

Acerca de su renuncia expresó que “me duele mucho separarme de mis valientes compañeros y de las abnegadas mujeres de quienes tan orgulloso me siento”.

La convención seguía a las diez de la noche, y no se había determinado si se aceptaba la renuncia de Fiallo. Finalmente, Fiallo continuó como presidente del partido. 

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