Varios exdirectivos renuncian del Partido Unión Cívica Nacional

Tal como reseñamos la semana pasada, luego de las elecciones de diciembre de 1962 que perdió Unión Cívica Nacional, en ese partido se sucedieron una serie de acontecimientos causados por el pobre papel desempeñado en dichas elecciones. Se produjeron&

Tal como reseñamos la semana pasada, luego de las elecciones de diciembre de 1962 que perdió Unión Cívica Nacional, en ese partido se sucedieron una serie de acontecimientos causados por el pobre papel desempeñado en dichas elecciones. Se produjeron renuncias, se nombraron nuevos comités, el presidente del mismo, Viriato Fiallo, renunció a esa posición, renuncia que no fue aceptada, y se anunció que Unión Cívica sería reestructurada. Entre las renuncias que se presentaron, estuvo, el 11 de marzo de 1963, la del doctor Francisco Acevedo Gautier, que era uno de los nueve miembros de la Comisión Ejecutiva Central, compuesta en ese momento por William Read, José Alonso Puig, Rafael Tejada, Sully Martínez, Máximo Alix, Antonio Fernández y Alcibíades Espinosa y, por supuesto, Fiallo. Todo apuntaba a escisión, lo que causó “sorpresa” a Fiallo, sin embargo, las renuncias continuaron y el 2 de abril correspondió a los legisladores electos Aníbal Campagna, Miguel Ángel Brito Mata, Gilberto Martínez, Augusto Duarte, Juan Santoni, Arévalo Cedeño y Rodolfo Rafael Pichardo, que se declararon independientes, aunque aseguraron que desde sus posiciones legislativas seguirían fieles a sus promesas de defender las provincias que tenían el honor de representar, y en consecuencia, apoyarían y propondrían cuantas medidas fueran necesarias al logro de la justicia social y al mantenimiento de la libertad del pueblo. Como los problemas de entendimiento y posturas antagónicas siguieron, “varios ex-directivos”, que en realidad debieron llamarse “directivos” porque al momento de las dimisiones estaban todavía en el desempeño de sus funciones, renunciaron el 9 de abril de 1963, según podemos apreciar en la carta pública que reproducimos a continuación:

Varios exdirectivos renuncian
del Partido Unión Cívica Nacional
Dr. Viriato A. Fiallo
Presidente del Partido Unión Cívica Nacional,
Ciudad
Distinguido Dr. Fiallo:
Los abajo firmados, miembros todos del antiguo Comité Central Ejecutivo del Partido Unión Cívica Nacional, tenemos a bien presentar al Consejo Nacional, por su intermedio, nuestra formal renuncia como afiliados a dicho partido.
No es nuestra intención agravar divisionismos ni enconar pugnas, sino por el contrario, aclarar la atmósfera política existente en la actualidad dentro de Unión Cívica Nacional.

Entendemos que así como las agrupaciones patrióticas pueden acoger en su seno a personas de las más diversas ideologías, siempre que tengan en común el bien de la Patria y el fiel cumplimiento de los principios morales generales, los partidos políticos deben de tener en sus filas solamente a aquellas personas que comulguen con un determinado cuerpo de doctrinas y específicos postulados de acción.

Mientras fuimos miembros del pasado Comité Central Ejecutivo luchamos por hacer desaparecer la heterogeneidad ideológica del Partido utilizando para ello a la persuasión intelectual y la demostración razonada de las bondades del sistema de democracia social y económica expuesta en nuestra Declaración de Principios y nuestra tesis política y doctrina de gobierno “Arrancada Hacia el Progreso”.

Infortunadamente, a medida que pasaba el tiempo, veíamos profundizarse más y más las diferencias ideológicas dentro del Partido hasta llegar hoy a abismos de separación que consideramos insalvables.

Desde el 26 de enero pasado no hemos sido más simples militares del Partido; sin embargo, nos mantuvimos siempre interesados y estrechamente vinculados con la vida del mismo. Es por esta razón que hemos visto con profunda pena cómo la Comisión Ejecutiva Central, que fue elegida ese día con el fin de dar mayor concordancia a la acción del Partido en relación con sus fundamentos doctrinales revolucionarios, ha sido destituida por presiones de uno de los dos grupos en pugna.

Precisamente por aquel grupo que manifestó siempre estar en desacuerdo con los postulados de reforma adoptados y proclamados por el Partido en el transcurso de su existencia. Este grupo propugnó más bien por el mantenimiento de un “statu quo” socio-económico–jurídico acompañado, a lo más, del lento progreso evolutivo y espontáneo del capitalismo liberal clásico.
No por ocupar posiciones opuestas hemos de caer en el error, tan generalizado en estos momentos de grandes pasiones por los que atraviesa la República, de considerar a nuestros opositores con menoscabo de su calidad moral; todo lo contrario: las convicciones, cuando se expresan con firmeza y honestidad, enaltecen a aquellos que las mantienen. Es por esta circunstancia que hemos llegado a la conclusión, como materia de dignidad y de decoro, que es preferible la sincera aunque dolorosa separación, a la irresponsable convivencia de la falsa unidad.

Recalcamos el aspecto doloroso de nuestra decisión porque no es en balde ni puede echarse al olvido fácilmente, al menos para hombres de bien, el haber estado unidos a nuestros entonces compañeros a través de aquellos magníficos e imperecederos días de la lucha patriótica, en los cuales estábamos animados todos por el mismo deseo de traer paz y la felicidad a nuestro pueblo.

Deseo común que sabemos que persiste aún hoy en ambas facciones, pero, por desgracia, instrumentado por métodos y escuelas de pensamiento totalmente diferentes e irreconciliables.

Con nuestra mayor consideración le saluda,
Dr. Luis Manuel Baquero, Ex -Secretario General
Marino Hernández, Ex -Secretario de Asuntos Obreros
Dr. Jottin Cury, Ex -Secretario de Asuntos Internacionales
Arq. Eugenio Pérez Montás,
Ex – Secretario de Asuntos Juveniles y Estudiantiles
Dr. Teófilo Gautier, Ex –Secretario de Cultura y Capacitación
Orlando Pérez Ubiera, Ex -Vicesecretario de Asuntos Juveniles y Estudiantiles
Máximo Noboa, Ex – Vicesecretario de Asuntos Juveniles y Estudiantiles
Santo Domingo, R.D.
9 de abril de 1963.

La prensa comentaba que esa organización “no era reestructurable; era cerrable…”, en lo que pareció tener razón, pero el partido se mantuvo vigente por varios años, y tuvo una participación importante en el golpe de estado contra Bosch en septiembre de 1963. Años después perdió la personería jurídica, la recuperó, y pudo llegar hasta el 1991, cuando, el 11 de febrero de ese año, el Partido Popular Cristiano, con Rogelio Delgado Bogaert a la cabeza, y UCN, con Guillermo Del Monte Urraca, suscribieron un “acuerdo de fusión” por medio del cual los dirigentes del segundo pasarían a formar parte de los cuadros dirigenciales del PPC, con el fin de fortalecer a esta última organización.

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