“Perder un hijo no se compara con nada”

La comunicadora Bélgica Suárez tiene la satisfacción de haber hecho de todo en el ejercicio de su carrera en los medios, tanto escritos, radiales como televisivos, ayudando a construir una mejor sociedad con labores como cerrar prostíbulos en épocas&

La comunicadora Bélgica Suárez tiene la satisfacción de haber hecho de todo en el ejercicio de su carrera en los medios, tanto escritos, radiales como televisivos, ayudando a construir una mejor sociedad con labores como cerrar prostíbulos en épocas difíciles, ayudar a familias necesitadas, además de cumplir con el rol de entretener y educar a través de éstos.Sus inicios fueron en la radio siendo aún muy jovencita, haciendo un programa que para aquel entonces le pagaban sus padres, a través del cual hacía trabajos de investigación; luego trabajó en distintos periódicos y durante años hizo el programa de televisión Ambiente Social. Actualmente, y desde hace un tiempo, realiza su programa “Las Noches con Bélgica”, por el Canal 29.

Suárez, una de las pioneras en la comunicación en Santiago, es sin dudas una mujer de gran fortaleza, pues pese a tener una vida marcada por tragedias familiares, ha logrado sobreponerse y seguir adelante en cada situación que se le presenta, entre ellas, la muerte de uno de sus dos hijos con apenas trece años en un accidente de tránsito, momento del que habla por vez primera públicamente, y dice que lo hace para tratar de ayudar a seguir adelante a otras madres que como ella han pasado por este dolor.

1. Hermosa niñez
La niñez para mí fue hermosísima, porque tenía unos padres maravillosos que me hicieron entender lo que era la vida, vivir los momentos felices. Fui una niña privilegiada por tener unos padres muy amorosos y trabajadores. Lo más hermoso de todo fue poder crecer al lado de ellos, eso me ayudó mucho. Mi madre era una señora buenísima, pero con mucho carácter; y papá era totalmente distinto, le daba el alma a cualquiera, simpático, agradable… mi madre era más tímida, pero comprensiva también. Tuve unos padres que me daban todo dentro de sus posibilidades. Recuerdo unas muñecas que llegaron al país, y como mi madre tenía tienda, y mi papá tenía una fábrica muy grande de pieles, pude tener muchas cosas que quizás otros niños no podían, y cuando llegaron esas muñecas, que justamente era mi madre que las traía, yo pude disfrutarla, cosa que nunca se me ha olvidado, porque era más grande que yo en ese entonces.

2. Perder una hermana
Tenía una hermana que me llevaba algunos años, se llamaba Miledy, quien murió cuando tenía apenas 12 años, pero aún la recuerdo porque ella era que prácticamente dirigía todo, ya con esos años ella hacía de todo, era catequista. Mi hermana me cuidaba mucho. Éramos muy armoniosas, ella era muy cariñosa. Recuerdo que casi me mudé al cementerio a ver su tumba, fue un momento muy triste.

3. En las aulas
Tengo muchos momentos inolvidables en las aulas, sobre todo cuando estudiaba en el politécnico. Me encantaba ir a buscar a algunas amigas para ir a tejer, porque nos daban clases de distintas disciplinas, recuerdo que me encantaba la costura, y en la tarde mi mamá me mandaba donde una señora que cosía, no sé cómo no salí diseñadora. Recuerdo que luego, en el bachillerato, siempre tenía un liderazgo con todas las amigas, vivíamos formando asociaciones, hacíamos reinados, veladas, declamábamos, yo escribía poemas y siempre teníamos actividades diversas, grupos que organizábamos para ir al hospital a cuidar los niños. Eso me ayudó mucho cuando fui creciendo, me ayudó para dar charlas, para estar en un movimiento político y desde ahí nos íbamos a los clubes. Recuerdo muy bien esos clubes sociales, que eran tan importantes para la vida de los jóvenes, los grupos de poesías, todo eso nos ayudó a tener una educación más amplia, con más responsabilidad. Eso nos daba pautas para saber qué íbamos a hacer en el futuro.

4. Reina revolucionaria
Me eligieron reina de las fiestas patronales de Santiago, y en esa época siempre escogían a las muchachas de apellidos sonoros, y cuando se me escogió, si bien es cierto que mis padres tenían posición económica, no eran de apellidos sonoros, y esto fue un boom, porque en ese entonces yo vivía en la calle Las Carreras, una calle enorme, y todo el pueblo me seguía en este reinado. Un periodista me hizo una entrevista, y yo tenía ese ímpetu de comunista, de decir las cosas, hablaba de que las tierras eran para el campesino, y hablaba tantas cosas que estuve presa momentáneamente, ya no era la reina social, sino la reina revolucionaria, eso fue en el gobierno de Balaguer, y ahí un grupo de periodistas me sacaron, después me escondieron, porque seguí hablando.

5. Labor en la radio
Inicié con el programa de radio Los Informados, que hasta hace poco todavía lo tenía, trabajaban conmigo un grupo de periodistas, -mis padres me pagaban el programa-, y ahí hacíamos todas las cosas que uno se puede imaginar en beneficio de los barrios. A través de ese programa quitamos uno de los prostíbulos más fuerte que había en Santiago. Recuerdo que al lado de ese prostíbulo había otro, pero de clase media, -de visitas exclusivas-, y había un muchacho que era hijo de esos señores y nos ayudaba a entrar por su casa, me camuflaban para entrevistar a las mujeres, porque en ese entonces había un proxeneta muy fuerte, llamado Morillito, y él las ahogaba, les robaba los pasaportes, entonces iba con mi grabadora y las entrevistaba y sacaba las entrevistas en el programa, y él quería saber quién era que lo hacía. Eso fue algo terrible porque al dueño de la emisora un día lo hirió, él iba con una muchacha de mi color, y la hirió pensando que era yo, fue una lucha muy grande cuando comenzamos con ese grupo de periodistas, y cerramos el prostíbulo. Después, él lo abrió y puso delante una funeraria, y lo descubrimos, hicimos campañas y lo cerramos. Para mí la comunicación ha sido algo emocionante porque he podido hacer de todo, dentro de lo que uno puede hacer para ayudar a la sociedad.

6. Satisfacción
Me inscribí en la Universidad Tecnológica de Santiago a estudiar Periodismo, me faltó poco para terminar la carrera, y después seguimos haciendo muchas cosas; dirigí la escuela de Merengue Ñico Lora donde daba clases del merengue autóctono, salíamos a dar charlas de música, yo creo que lo hicimos todo. Estando estudiando en la universidad, el periodista Alejandro Guzmán me llevó donde Magda Florencio, y ahí me dio una columna en el periódico Hoy, trabajé ahí, trabajé en El Nacional, y ahora tengo la columna en el Listín Diario.

7. En la televisión
Inicié mi programa de televisión Ambiente Social, un programa que hizo historia. Después quería otra cosa, algo parecido a lo que hacía en radio, las entrevistas, los análisis políticos, las investigaciones, y años más tarde comencé Las Noches con Bélgica, en el Canal 29, pero ya hacía radio, televisión. Y en el 87 es que me inicio como productora en el canal 7 Cibao, y ya mi sueño realizado, que es combinar todas mis facetas con este programa, es una especie de revista de investigación, salía todos los días a investigar, a hacer reportajes a los pueblos. Muchos programas me han marcado para siempre: Llegué un día a una funeraria, un hombre que había matado a su mujer, y esos niños lloraban tanto. También me marcó mucho cuando sucedió un caso en un campo, que le mataron el hombre a una mujer, y cuando llego a la casa vi que no tenían dónde dormir, y la mujer tan desvalida, porque solo dependía del hombre, y muchas otras cosas que han ocurrido en tantos años me han marcado la vida.

8. Muerte de hijo
Nunca en las entrevistas había tocado este tema, porque quizás no he llegado a ese punto de aceptarlo, pero algo que me marca es la muerte de mi hijo, eso para mí ha sido lo más grande del mundo. Perder un hijo no se compara con nada, mira que he perdido a mi madre, mi hermana, y más sin tú esperarlo, en un accidente, un niño… cuando me llamaron perdí la razón, y duré mucho tiempo que viví automáticamente, y pude seguir viviendo por mi hija, yo decía: cómo la dejo. Han pasado los años y lo único que he hecho es aprender a vivir con el dolor, porque eso no se olvida nunca. Tú vives mecánicamente, te ríes, si tienes que bailar lo haces, si tienes que hacer cualquier cosa lo haces, pero todo es automático, porque la vida te marca de una manera terrible… todo es tristeza, siempre recuerdas, es como una película, pierdes el sueño para siempre, la alegría de vivir, pierdes tus ilusiones, motivos, lo pierdes todo: solo vives por alguien, y ese alguien es otra hija, saber que ella tiene que vivir también, entonces si te pones con una tristeza toda la vida, con un funeral, tú la vas a involucrar a ella en algo que no quiere, pero es algo tan triste… He visto a muchas mujeres que les ha pasado lo mismo y siempre vienen a buscar consuelo, entonces tú no sabes qué decir, porque tú no puedes hablar, no puedes explicarles nada, solamente abrazarlas y llorar con esa madre, porque las palabras sobran, no hay nada qué decir, nada que explicar, porque nada tiene explicación, solo cuando pasan los años tú aprendes a vivir con el dolor. Tenía trece años. Ha pasado el tiempo y todo el mundo lo recuerda, tuve mucho apoyo de mis amigos, de la ciudadanía, a veces me dicen tú tienes muchos amigos, y viene de ahí, se mudaron prácticamente conmigo, no me dejaron sola ni una Navidad, ni una Semana Santa, ni un Año Nuevo, siempre estuvieron y están a mi lado, y de ahí viene la tanta gratitud, la tanta solidaridad y la vida que me ha enseñado muchas cosas, la lealtad tan profunda que siento, a tal punto que creo que lo más importante del ser humano es la amistad, eso te ayuda, te da vida.

9. Amiga de todos
A mi casa vienen muchos políticos de todos los partidos. Yo tengo el honor de haber recibido a Leonel Fernández siendo presidente y como amigo; a Danilo Medina como amigo y como presidente, Hipólito vino cuando era presidente y cuando era candidato. Soy amiga también de otros políticos, como Luis Abinader, su papá ha venido aquí, soy amiga inseparable de Julio César Valentín, de Bienvenido Pérez, y si sigo mencionando después muchos van a decir : me dejaste. De todos los partidos vienen aquí, tomamos café, vienen a hablar de distintos temas, pero es importante tener amigos a todos los niveles.

10. Bruselas
Me siento agradecida de Dios por mi hija Bruselas, porque nació con una educación muy especial, una muchacha buena, obediente, que se casó y vive detrás de mí, no me deja sola, me llama cada media hora, tengo esa bendición de tener una hija como ella. Es posible que nos refugiemos una en la otra, porque ella ha tenido momentos difíciles también: tenía doce años cuando murió su hermano, y también se le murió su papá de forma trágica, fueron dos hechos que a las dos nos dieron mucho dolor, marcaron para siempre nuestras vidas, y es posible que las dos estemos refugiadas en ese dolor; su padre que muere en ese accidente, y meses después el niño que adoraba a su papá, yo nunca le he encontrado explicación a la muerte del niño. Es posible que eso nos haya acercado tanto, que no nos hemos podido separar, ella aún casándose no ha podido dejarme, y yo menos, y ahora con Monserrat y su esposo, somos una familia muy unida. 

Cada cosa tiene su espacio y su tiempo

“El nacimiento de Monserrat es un momento maravilloso, inenarrable. La gente dice que los nietos se quieren más que a los hijos y no es verdad, lo que pasa es que uno recuerda la alegría de los niños del momento, pero se quieren mucho, quizás igual, porque es hijo de tu hija, que es lo que tú más quieres. La gente dice que uno aprende con todas las cosas tristes que le pasan, es posible que yo sea un ejemplo para muchas mujeres que han tenido una vida difícil, porque me ha tocado ayudarlas, sea con mis consejos, con alguna aportación, no solamente con mi vivencia, le haya hecho alguna gestión… todo esto me ha hecho más sensible, más humana, aunque siempre he sido una persona que todo me duele. He tenido la fortaleza, la entereza de poder -a pesar de todo lo que me pasó- seguir firme en mi profesión, en mi vida personal, tengo una fuerza tan grande que nadie me detiene, no me puedo amilanar, no le temo a nada ni a nadie, nada me es ajeno, eso me ha hecho fuerte, tengo una fortaleza de acero. La vida me ha enseñado tanto que me ha dado una fuerza tan grande que puedo hacerlo todo sin decir voy a desmayar, pienso que esta fuerza de no temer a nada me la ha dado la experiencia de la vida, una experiencia que vivirla a veces ha sido difícil y cruel, pero la vivo con altura, sin tener que mirar hacia atrás”.

Orgullo
“Inicié el programa de radio Los Informados, que hasta hace poco todavía lo tenía. La comunicación ha sido algo emocionante porque he podido hacer de todo para ayudar a la sociedad”.

Música
“Me inscribí en la Universidad Tecnológica de Santiago a estudiar periodismo, Dirigí la escuela de Merengue Ñico Lora donde daba clases del merengue autóctono, salíamos a dar charlas de música, yo creo que lo hicimos todo”.

Recuerdos
En el bachillerato siempre tenía un liderazgo con todas las amigas, formábamos asociaciones, hacíamos reinados, veladas. Yo escribía poemas”.

Privilegiada
Fui una niña privilegiada por tener unos padres tan amorosos y trabajadores. Lo más hermoso de todo fue poder crecer al lado de ellos”.

Politécnico
Cuando estudiaba en el politécnico me encantaba ir a buscar a algunas amigas para ir a tejer, porque nos daban clases de distintas disciplinas”.

Dolor
Perder un hijo no se compara con nada, mira que he perdido a mi madre, mi hermana, y más sin tú esperarlo, en un accidente, un niño… ”

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