Unos 146 envejecientes que cumplían condena en la cárcel de La Victoria y en otros centros penales del país, fueron trasladados al Centro de Rehabilitación para Adultos Mayores Haras Nacionales, donde recibirán una atención integral para su reinserción social.La directora del Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (Conape), Natalie María, explicó que estas acciones se lograron gracias al trabajo conjunto con la Procuraduría General de la República y que para ello se suscribió un acuerdo que permitirá mejorar las condiciones de vida de los privados de libertad.
“Este programa es único en el mundo y aunque estos adultos mayores han perdido el derecho a la libertad por lo que hicieron, no han perdido el derecho a la dignidad, a la alimentación, a alfabetizarse y a convivir con una vida digna”, destacó.
Actividades productivas
De su lado, la directora del centro, Raquel Brito López, mencionó que en el recinto los adultos mayores participan en actividades productivas, artísticas y educativas y que cada interno tiene la posibilidad de participar, de forma voluntaria, en lo que más le guste.
“Los internos que se encuentran aquí experimentan mejoras en sus condiciones de vida, del cielo a la tierra, si las comparamos con la situación en la cual se encontraban”, destacó.
Detalló que actualmente hay 13 internos en proceso de alfabetización, que aprenden a través de tutorías.
Sembrando vida
George Croom es un holandés de 66 años de edad que fue condenado a una pena de 20 años de cárcel en el año 2005, por el tráfico de 20 kilogramos de cocaína. Desde entonces ha estado en las cárceles de Puerto Plata (cinco años), Santiago (un año) e Higüey (cuatro años). Durante su periplo, sólo se ha dedicado a cuidar plantas y jardines y asegura que desde hace un año y dos meses se encuentra en el Centro de Rehabilitación para Adultos Mayores Haras Nacionales.
Comenta, que de todas las cárceles, en esta es donde se ha sentido mejor. “Cuando llegué, en estos espacios no había nada y hoy ustedes pueden apreciar el verdor de este jardín y la belleza de sus plantas, gracias al trabajo que he hecho con mis propias manos”, relató en un español un poco confuso, debido a que su lengua de origen es el holandés.
Y es que este jardinero, quien otrora fuese capitán de un barco y que se dedicó al tráfico de estupefacientes, hoy reflexiona sobre el tiempo perdido y recomienda a la juventud dominicana no arriesgar el futuro por ambición hacia el dinero. “Yo le diría a los jóvenes que no lo hagan”, señaló.
Croom ya ha cumplido más de la mitad de su pena y en este recién inaugurado centro espera pasar los últimos años de su condena.
De “Alaska” al paraíso y ahorrando dinero
El privado de libertad Juan Francisco Rosa llegó ayer al centro de Haras Nacionales, proveniente de La Victoria, junto a otro grupo de penados. Tenía un año y tres meses en la denominada zona Alaska y narró a la prensa que en esos espacios no estaba tan mal, pero debía pagar mucho dinero. Estima que ahora cree que estará casi como en el paraíso y se ahorrará todo lo que debía pagar por la comodidad de su antigua celda. “Tengo mucha esperanza en este nuevo sitio porque hay mucha higiene y todo está bonito”, resaltó.
