Vendedores exigen limpiar el Hospedaje Yaque

Santiago. Los buhoneros y residentes en el entorno del Hospedaje Yaque, principal centro de acopio de venta de alimentos, protestaron para reclamar la recogida de basura.

Santiago. Los buhoneros y residentes en el entorno del Hospedaje Yaque, principal centro de acopio de venta de alimentos, protestaron para reclamar la recogida de basura.Además, los vendedores se mantienen en alerta ante los supuestos aprestos de desalojo por parte de la alcaldía, que ha amenazado con implementar un plan de rescate similar al realizado en el mercado de Pueblo Nuevo. Los vendedores dicen que la alcaldía lleva semanas sin mandar los camiones por el mercado a recoger los desperdicios.

En la doble vía de la Fernando Valerio y en la Boy Scout, los manifestantes decidieron colocar la basura en medio de ambas vías y la quemaron. Ante la humareda que se desprendió de los desperdicios quemados, residentes se alarmaron y decidieron pedir la intervención de los bomberos de Santiago para que controlaran las llamas.

Con la llovizna caída en la mañana de ayer, transitar por el Hospedaje Yaque se convirtió en una odisea. En total, en la calle Fernando Valerio operan al menos 200 vendedores informales. Jonathan Jiménez, quien se dedica a la venta de plátanos en la citada vía, se quejó de la incapacidad del ayuntamiento para afrontar el problema que se genera con el lanzamiento de desperdicios.

“Nosotros pagamos 40 pesos diariamente al cabildo y ni siquiera un camión penetra hasta el mercado”, apuntó Jiménez. Los buhoneros advierten que no aceptarán un plan de desalojo de las vías ocupadas por ellos. “Si Abel Martínez viene y quiere hacer lo mismo que con el mercado de Pueblo Nuevo lo estaremos esperando”, indicó Jiménez.

A principios de la gestión de Gilberto Serulle se tenía previsto un plan de rescate del mercado con la entrega de góndolas a los buhoneros, pero en su mayoría ya están destruidas. También desde el gobierno se han propuesto trasladar el hospedaje Yaque y construir el Merca Santiago, cuyo propósito quedó solo en promesas, mientras esto se define y las autoridades le buscan la vuelta, tener un puesto o comprar en este lugar es toda una odisea.

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