60 familias viven hacinadas en Nagua

Nagua. Sobre una plataforma de neumáticos de vehículos y en total hacinamiento, 60 familias decidieron formar el improvisado barrio La Islita en las contaminadas aguas del río Nagua.

Nagua. Sobre una plataforma de neumáticos de vehículos y en total hacinamiento, 60 familias decidieron formar el improvisado barrio La Islita en las contaminadas aguas del río Nagua. La barriada está ubicada en plena entrada a Nagua, en la carretera que comunica con el municipio de Sánchez, Samaná. La mayoría de los que decidieron formar un hogar en estas deplorables condiciones provienen de un barrio llamado Río Mar. Aunque en principio solo fueron diez las familias que llegaron hace cinco años con la intención de salir después de unos días, poco a poco fueron sumándose otros desplazados de las inundaciones. Minerva Santos, directora provincial de la Defensa Civil, cuenta que en principio fueron 27 las familias que improvisaron el barrio, pero en el censo que recientemente levantaron ya hay más de 60.

Sin planes de ayuda

“Cuando nos toca ir a esa barriada, sentimos que cuando pisamos en una casa, todo tiembla, porque fueron levantadas en plataforma de neumáticos y luego algunos rellenos de tierra”, aduce la encargada del organismo de socorro en Nagua.

Reconoce que no existe un plan de desalojo para albergar a estas familias.
Mientras que ancianos, niños y mujeres siguen a la espera de un proyecto gubernamental que permita su desalojo. Algunos dicen que han recibido solo promesas de políticos en campañas para trasladarlos a un lugar más adecuado, pero no se ha materializado por falta de recursos económicos.

La mayoría de las casas son construidas en madera y cartón y algunas con la mitad de block. Herodis Santos, conocido en la barriada como (Tufí), uno de los residentes en la ribera río Nagua, narró a reporteros de elCaribe las penurias que enfrentan cada vez que se registra una llovizna.

Afectados esperan por un plan de desalojo

El motoconchista Juan Carlos Abreu dijo, que en los cinco años que llevan estas familias viviendo en la improvisada barriada sólo la Defensa Civil acude en su auxilio cada vez que se producen fuertes aguaceros. “Hemos acudido a varias instituciones del gobierno, pero nadie hace nada por los que estamos aquí, como si no fuéramos personas”, expresa Abreu.

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