Caminar o correr, ¿qué es mejor para perder peso?

Quemar el exceso de grasa puede ayudar a dejar ver tus músculos tonificados y a disminuir tu talla corporal en general, haciendo que ésta sea una de las metas de ejercicio de muchas personas. Aunque todos los tipos de ejercicio ofrecen beneficios…

Quemar el exceso de grasa puede ayudar a dejar ver tus músculos tonificados y a disminuir tu talla corporal en general, haciendo que ésta sea una de las metas de ejercicio de muchas personas. Aunque todos los tipos de ejercicio ofrecen beneficios para tu cuerpo y salud emocional, caminar y correr son relativamente simples si se les compara con otros deportes. Ambos ejercicios aeróbicos tienen ventajas y desventajas.

Tanto caminar como correr pueden aumentar la energía, bajar la presión arterial, bajar los niveles de colesterol, disminuir el riesgo de sufrir enfermedades y hacerte sentir mejor emocionalmente, de acuerdo con el sitio web FitDay.
Caminar o correr, ¿que opción es mejor a la hora de elegir un método para adelgazar y a la vez que nos ejercite? Muchos aseguran que correr es mejor; otros, en cambio, apuestan a caminar.

Diversos estudios realizados coinciden en señalar que ambos son saludables, pero correr ayuda a rebajar de peso más rápido que caminar, porque se queman más calorías en menor tiempo. No dependerá de la intensidad del ejercicio, sino de cuántas calorías se queman durante este. Correr es un ejercicio más vigoroso si se le compara con la caminata, lo que significa que quemarás más calorías y grasa mientras te ejercitas. Los ejercicios de alto impacto, como la carrera, pueden ser más efectivos para quemar ciertos tipos de grasa, incluyendo la grasa subcutánea y abdominal, cuando se le compara con los ejercicios de bajo impacto como caminar, de acuerdo con el “Journal of Obesity”.

Paul T. Willians, del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en Berkeley, California, quien participó en un estudio sobre este tema basado en la distancia y no en el tiempo que se ejercita, determinó que correr ayuda a perder peso más rápido que caminar.

Se estima que una persona necesita caminar alrededor de siete kilómetros a ritmo acelerado para obtener la misma cantidad de ejercicio que al correr cinco kilómetros. “Tomaría el doble de tiempo, alrededor de una hora y quince minutos, en vez de 38 minutos”, conforme a la fuente.

La investigación de Berkeley arrojó, además, que quienes corrían disminuyeron en un margen mayor el riesgo de padecer alta presión sanguínea, colesterol alto, diabetes, problemas coronarios, que quienes caminaron.

Otro estudio realizado por la Universidad de Wyoming, demostró que aquellos que corrían mantenían mejor cuerpo que quienes caminaban. Uno de los motivos de este efecto es la incidencia que tienen ambos ejercicios sobre el apetito de una persona. Las mujeres que caminaron comían 50 calorías más que las que quemaron caminando. Mientras que las que corrieron consumieron 200 calorías menos de las que quemaron con el ejercicio. Esto se debe a que después del ejercicio los corredores tienen los niveles altos de una hormona que reduce el apetito. En cambio, las personas que caminaron no tenían esos niveles.

Quién puede y quién no…

Pero no todos nos encontramos en igual condición física, por lo que no todos calificamos para correr. Personas en sobrepeso, con ciertas afecciones pulmonares, cardíacas o de articulaciones, no deben elegir correr como método para adelgazar.

Si califica para correr, lo cual debe ser evaluado por un médico, no debe iniciar una rutina de golpe y de manera intensa. Deberá ir gradualmente hasta alcanzar la intensidad, frecuencia y tiempo que su cuerpo tolere. Una disciplina de ejercicio o deportiva nunca deber sofocarnos, ponga un alto en caso que se sofoque, es la mejor señal de nuestro cuerpo para decirnos ya no más.

Reumatólogos y ortopedas sugieren evitar impactos fuertes a las articulaciones, sobre todo después de los 35 años, y no excederse. Correr no más de 40 minutos por día, de lo contrario a largo plazo podría perjudicarnos con desgarramientos musculares o afecciones de los ligamentos, cuando no de las rodillas.

Y aunque se requiere de mayor tiempo para quemar calorías cuando se camina, esta constituye una de las actividades con menos contraindicaciones y de las más placenteras si se hace en compañía y se eligen lugares adecuados.

Vestimenta

El mercado está repleto de tiendas de deportes de las más variadas y reconocidas marcas, que expenden de todo lo que se requiere a la hora de ejercitarnos.

Saber elegir es fundamental: tejidos frescos, suaves y ligeros. Evitar ajustarse. La ropa debe permitir que la circulación de la sangre fluya normal y se facilite la traspiración de la piel.

Los zapatos tenis son los indicados para cada caso.

Condiciones

Tanto correr como caminar, se recomienda hacerlo en superficies regulares, para evitar lesiones en los pies o caídas innecesarias.

La mejor hora es la que nos permitan nuestras agendas, pero las primeras horas del día y el atardecer es el tiempo ideal.

Gimnasio o parques

Los gimnasios han proliferado y contado con buena aceptación en la misma medida que ha crecido la delincuencia. Aunque se garantiza la seguridad en nuestros parques, principalmente en el parque Mirador, donde centenares de personas acuden todos los días a ejercitarse, un grueso importante ha dejado de lado ejercitarse en lugares abiertos y públicos por temor a los atracos.

De ahí que los gimnasios hayan recobrado su esplendor. Estos dan la opción de practicar cualquier disciplina tendente a ejercitarnos. Muchos actúan en forma de clubes y cuentan con piscinas y canchas para practicar diversos deportes. En estos centros todos tienen su espacio reservado: niños y adultos. Hombres y mujeres.

Si corro, ¿no necesito llevar dieta?

Es un mito, muchas personas piensan que si corren o se ejercitan más de dos horas al día no tienen que llevar dieta, y que así perderán peso o mantendrán el que tienen.

Nada más incierto. Ningún ejercicio o deporte tendrá los efectos deseados si no lo acompañamos de unos hábitos alimenticios saludables. No nos referimos a las dietas, porque son abandonadas la mayoría de veces por resultar monótonas o muy restringidas y la persona se cansa. La fórmula ideal es observar hábitos de vida saludable, con una alimentación controlada que reúna todos los grupos alimenticios en cantidades moderadas.

Si queremos vernos como deseamos, corramos o caminemos, y hagamos nuestro el adagio popular:” Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo”.

Saber
Correr y caminar son ejercicios saludables casi por igual. Correr implica, quizás, mayor esfuerzo, pero requiere menos tiempo; y caminar es más accesible, aunque demande un poco más de tiempo. Todo depende de cuáles son nuestras posibilidades, tiempos y gustos.

Consejo
Caminar 30 minutos al día nos puede ayudar a prevenir enfermedades, tanto físicas como mentales. Es muy importante estirar antes y después del ejercicio para evitar calambres y lesiones.

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