“Confieso que he vivido”

A partir del derrocamiento de Bosch, entre todas las luchas que se desataron, estaban incluidos los movimientos sindicales. En noviembre de 1963, estas luchas fueron particularmente agresivas en el Ayuntamiento del Distrito, con grupos a favor del…

“Confieso que he vivido”

Róbinson (a veces pronunciado como Robinsón) Ruiz López es un personaje ampliamente conocido en el movimiento sindicalista que se desarrolló a partir del ajusticiamiento de Trujillo. En noviembre de 1961, siendo presidente de la Asociación Dominicana

A partir del derrocamiento de Bosch, entre todas las luchas que se desataron, estaban incluidos los movimientos sindicales. En noviembre de 1963, estas luchas fueron particularmente agresivas en el Ayuntamiento del Distrito, con grupos a favor del síndico recién designado, Tancredo Aybar Castellanos, y a las políticas que trataba de llevar a cabo, y otros en contra de estas nuevas posiciones y leales a las que se llevaban a cabo antes del golpe.

El 28 de noviembre la prensa publicó un comunicado del Sindicato Autónomo de Trabajadores del Ayuntamiento, en el que denunciaba que sus miembros estaban siendo víctimas de atropellos y cancelaciones, y que se estaba formando un nuevo sindicato integrado por elementos repudiados por el Sindicato Autónomo, que se trataba de eliminar. En uno de los párrafos este comunicado indicaba que “esto es una flagrante violación a los artículos 306 y 307, del código laboral dominicano, pues se han suprimido de sus labores a un grupo de trabajadores por éstos negarse a pertenecer al sindicato patronal, organizado por el asesor laboral del Síndico del Distrito; asesor del Sindicato patronal fundado a partir del golpe y Secretario General del ADN, señor Róbinson Ruiz López”.

El mismo 28 de noviembre, el síndico Aybar realizó una reunión en los frentes del Ayuntamiento, indicando que se estaban haciendo esfuerzos para que los trabajadores del Ayuntamiento pasaran unas navidades felices. En esa reunión, habló también el señor Ruiz López, regidor, y señaló a los trabajadores sobre las responsabilidades de los sindicatos, a la vez que se pronunció contra el “comunismo” y se definió como “golpista”.

La reseña de esta reunión se publicó en la prensa nacional del día 29, y estos señalamientos de Ruiz López fueron reproducidos el 30 de noviembre por el Listín Diario, lo que causó el enojo de Ruiz López, el cual manifestó en la carta que incluimos más abajo. A su vez, dicha carta mereció una reacción del Listín, que también incluimos.

Carta de Ruiz López:
Santo Domingo, D. N.
29 de noviembre de 1963
Señor Rafael Herrera
Director del “Listín Diario”
Ciudad
La edición de hoy del “Listín Diario”, trae en su página 10, la reseña del contacto –muy productivo, por cierto–, que tuvieron las autoridades y obreros municipales, con motivo de la toma de posesión de la nueva directiva del Sindicato de Obreros del Ayuntamiento, y es lástima que el periodista destacado por ese diario para recoger la información, no haya traducido con fidelidad algunas de las expresiones que yo usé en el curso del edificante acto.
Se me atribuye la expresión de que me considero “golpista”, cuando la verdad es que dije que, como interviniente en la campaña cívica que desembocó en la deposición del gobierno pro-comunista del señor Bosch, no rehuía la responsabilidad que me concierne en ese movimiento, y que, si por tratar honestamente de salvar al país de la amenaza del comunismo, se me consideraba golpista, aceptaba gustoso la calificación de tal, y mucho más aun cuando ya empezamos a ver los frutos de ese golpe de Estado salvador; por ejemplo, una serie de construcciones de edificios en esta capital y el interior del país, la apertura de nuevas industrias para dar trabajo a tantos desempleados, etc., etc.

La misión de la prensa es, entre otras, expresar la verdad, y no se hace labor edificante cuando ésta se tergiversa en interés de confundir al público.
El momento histórico que vive nuestra patria requiere del concurso honesto y desinteresado de todos, y toca a la prensa, tal vez, el principal papel en la orientación de la conciencia pública, para ver si al fin se encauza la vida nacional por sendero de armónica convivencia que haga posible un estado de paz verdadera que propicie el progreso ascendente de todos los sectores nacionales.

Bien haría ese diario, si es que quiere servir los más altos intereses de la patria, con ponderar con juicio sereno y elevado espíritu, la conducta de los hombres, jóvenes o maduros que luchan con sentido amor cívico, por enderezar los caminos que habrán de conducirnos hacia la consolidación de un régimen en que no sean meras palabras las de libertad, derecho y justicia.
De usted, muy atentamente,
ROBINSON RUIZ LOPEZ
Dirigente Obrero Independiente

Comentario de El Listín, aparecido a continuación de la carta de Ruiz López:
N.R. Las expresiones del señor Ruiz López fueron citadas correctamente por este diario.

Pero ocurre que hay palabras malsonantes que se dicen en reunión de hombres solos, y aún en reuniones de damas solas, pero que no deben citarse en reuniones de damas y caballeros juntos, porque resultan obscenas.

Mucho menos deben publicarse en los periódicos.

Desde ciertas declaraciones del líder político, señor Ramón Castillo, se ha puesto de manifiesto que en la República Dominicana la palabra “golpista”, es una palabra obscena.

El LISTIN ha llegado a la conclusión de que aunque una persona proclama ser “golpista” en una reunión, su reproducción periodística, es por lo menos de mal gusto.

Y tratará de evitar en lo sucesivo informar que una persona se llamó a sí misma “golpista”, a menos que lo autorice expresamente el propio declarante.
El LISTIN DIARIO siente por lo tanto, mucho la mortificación que una información veraz –muy veraz—de este periódico le haya podido causar al señor Ruiz López.
Hay una frase de Nietzche, apropiada para la ocasión, más o menos así:
“Yo hice esto, dijo la Memoria; yo no lo hice dijo el Deseo. Al fin la Memoria cede.” 

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Róbinson (a veces pronunciado como Robinsón) Ruiz López es un personaje ampliamente conocido en el movimiento sindicalista que se desarrolló a partir del ajusticiamiento de Trujillo. En noviembre de 1961, siendo presidente de la Asociación Dominicana de Choferes, fue detenido inmediatamente salió de una reunión con el secretario de Trabajo del momento, José Ángel Saviñón. A partir de ahí fundó movimientos o participó en ellos, renunció a algunos y formó otros, siendo que tuvo actividad en los sindicatos FOUPSA Libre, CONATRAL y otros, y en organizaciones como la “Oficina de Orientación y Servicios Laborales”. Desde el primer momento, se mostró como un convencido anticomunista y tan pronto Juan Bosch asumió el poder en febrero de 1963, fue una de las primeras personas, a través del sindicato que dirigía en el momento, en escribir acusando al primer mandatario de seguir los lineamientos marxistas. Es así como el 17 de abril escribió la carta que incluimos más abajo, y que en julio de 1963, en una alocución de radio exhortó al pueblo a que se le diera un “Cuartelazo” a Bosch. A principios de septiembre de 1963, Ruiz López y otras personas organizaron una huelga de los comercios del país para que dicho cuartelazo se llevara a cabo, huelga que tuvo lugar el 20 de septiembre. Varios de los organizadores, entre ellos Ruiz López, Bruno Pimentel, Miguel Ángel Bruno, Pedro Antonio Borromé, Fabio Garrido, Ángel Peña y Tomás Reyes Cerda fueron detenidos por la Policía, a consecuencias de lo cual, Ruiz López, el 23 de septiembre buscó asilo en la embajada de Venezuela y el golpe de Estado se produjo dos días después.

En noviembre de 1963, Ruiz López escribió una carta muy interesante dirigida al Listín Diario, la cual reproduciremos la semana entrante.

Las actividades sindicalistas de Ruiz López han continuado prácticamente hasta hace muy pocos años, ya que en 2007, el presidente Leonel Fernández, mediante el decreto 335-07, lo designó en representación de las organizaciones de defensa de los derechos de los consumidores en el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Proconsumidor). En el 2011, el licenciado Ruiz López era el presidente del Consejo Dominicano de Organizaciones de Consumidores y Afines (Codocoma).
He aquí la carta del 17 de abril de 1963.

El Caribe
17 de abril de 1963
¡Alto a la renuncia!
Señor Director:

Como ciudadano dominicano que siente el deseo de que nuestra patria se encauce por el sendero de la prosperidad y la estabilidad y que prevé a la vez la pérdida de nuestras sagradas libertades, quiero hacer un llamado a todos aquellos compatriotas en los cuales creo recae la responsabilidad de garantizar la libertad y la democracia en la República Dominicana.
A ellos quiero hablarles aunque sea por última vez, y que nadie me pregunte por qué digo por última vez.

Desde que me inicié en la lucha por la liberación de nuestra querida Quisqueya, he tenido muy en cuenta el espíritu de responsabilidad que debe rodearnos, por eso he actuado decididamente frente a los acontecimientos de mi país tal y como mi conciencia me lo ordena. Muchas veces he sufrido la depresión de encontrarme solo frente a la actitud titubeante en la lucha que nos hemos impuesto para garantizar la democracia en esta vendita tierra. Sin embargo, esas circunstancias no han quebrantado mi decisión de cumplir con el pueblo; pero todo en la vida tiene su fin, ningún general ha ganado una batalla sin contar con el apoyo de sus mejores soldados, y no es que quiera yo ser un general, ya que tengo el deseo de ser un soldado más que acata las órdenes de un superior; lo que tengo es el deseo de que aquellos hombres en quienes descansa la alta responsabilidad de garantizar la cosa nacional se detengan a pensar en el gran error que están cometiendo al actuar solamente en las cosas en que tienen un interés especial.

La patria está en peligro y es necesario que nosotros los hombres a quienes nos duele ver hecho pedazos lo que con tanto sacrificio y tanto trabajo hemos realizado, actuemos de otra forma.

Quiero enfocar, humildemente, algo que nos está amenazando gradualmente con destruirnos; ese algo es que miedo de qué dirán los que conozcan de nuestra honestidad frente al descrédito falaz que contra nosotros desatan los enemigos, no ya de nosotros propiamente dicho, sino del pueblo dominicano.
Los enemigos apuntan en el blanco y ese blanco son los hombres que tienen la alta misión de orientar a la conciencia nacional.

No debo ni puedo quedar callado al ver cómo los hombres que dirigen empresas, asociaciones, sindicatos, federaciones, confederaciones y organizaciones de todo género se están desbandando en una retirada masiva frente a los insultos, los repudios, el descrédito, la intimidación, la burla y todos aquellos medios despreciables que son el método utilizado por los oportunistas de última hora, y en especial por los comunistas, para anular los factores de garantía en la vida de una nación.

Una vez más deseo dirigirme a mis compañeros de lucha. No me refiero solamente al sector laboral, sino a todos aquellos sectores en los cuales he tenido la oportunidad de colaborar; sí, a ustedes quiero dirigirme para decirles quizás las últimas palabras. Aclaro a ustedes que cuando digo las últimas palabras no lo hago por cobardía porque entonces quizás estuviera incurriendo en la contradicción, lo digo así por algo que prefiero callar; quiero decirles a ustedes que están cometiendo el más grave error al acobardarse frente a estos hechos. Si es que no les basta para comprenderlo, debo decirles que nuestros enemigos lo que persiguen es desorientarnos y anularnos para asaltar nuestras instituciones, por eso se valen de esos medios para quebrantar nuestra moral al herirnos en lo más profundo de nuestra honestidad. Por eso termino diciéndoles a todos aquellos que renuncian al cumplimiento de sus deberes impostergables, abatido por el miedo del qué dirán: ¡Alto a la renuncia! Recuerden que cada vez que renunciamos a nuestras posiciones estamos cediendo terrero y traicionando a la patria; imitemos, pues forzosamente a nuestros detractores, y paguémosles con la misma moneda sin que esto constituya que renunciemos a nuestras buenas costumbre y honorabilidad. Combatamos a nuestros enemigos naturales para que salvemos a la Nación.

Róbinson Ruiz López

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