Si usted no cree que en el país 950,192 dominicanos salieron de la pobreza en la pasada gestión de Danilo Medina, como él lo asegura, no es el único desconfiado.
Este dato tampoco les cuadra a los economistas Miguel Ceara Hatton y Pavel Isa Contreras y ambos profesionales, de manera separada, han insistido en la necesidad de que el Gobierno discuta con la sociedad cómo mide la pobreza monetaria (basada en ingresos de la población).
Ceara Hatton e Isa Contreras asumen como posible que la pobreza monetaria haya disminuido y no cuestionan la metodología del Gobierno para sacar estos números, legitimada por la CEPAL, Banco Central y PNUD. Pero no hallan forma de justificar que Medina y su política redujeran la pobreza monetaria de 42.2% en 2012 a 32.5% al 2015 (cifras oficiales).
“Hay un problema en la recolección de información que no es lógico. Creo que puede ser en la medición del ingreso”, analiza Ceara Hatton. “El cuestionamiento es a la calidad de datos levantados por la encuesta que sirve de base para medir la pobreza”, apunta Isa.
El Gobierno ha atribuido la reducción de la pobreza al aumento de ingresos de las familias y un mejoramiento de la distribución. “Eso no es visible para provocar una mejoría de la magnitud que están diciendo”, rebate Ceara, quien es miembro de la comisión de Políticas Públicas del Partido Revolucionario Moderno (PRM). “No me parece razonable, en el contexto de la economía dominicana, que se haya producido ese resultado, porque no ha habido un conjunto de factores que tienen que confluir para sacar al 10% de la población de la pobreza”, insiste. Dos factores que pone de ejemplo, es que no se han dado grandes cambios en el desempleo (en el pasado Gobierno se estancó entre 14 y 15%), y tampoco se ha dado un aumento de salarios importante. Ceara hace un cálculo rápido con datos del Banco Central: el ingreso laboral real promedio por hora trabajada aumentó en 2015 en 8.6%. Esa misma tasa en 2012 tuvo una baja de ingresos de -1.9%, en 2013 de 0.9% y en 2014 -1.0%; y el ingreso laboral real por hora trabajada, ese que mide el nivel adquisitivo, se mantuvo entre el 2012 y 2014 en RD$22, y solo en 2015 aumentó a RD$23.87.
“El proceso de levantamiento (de datos) debe llevarse al escrutinio público”, sostiene Isa Contreras.
Las dudas de estos dos economistas se concentran en la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) un indicador fundamental para identificar los ingresos de los ocupados y determinar quién es o no pobre en el país. Otra vacilación de ambos son los ingresos en especie que calcula el Gobierno, como la alimentación escolar, “¿qué valor se le imputa?”, se cuestiona Isa Contreras.
“El Gobierno se limita a dar datos y no discute”
Isa Contreras se queja de que a un especialista se le haga imposible verificar el cálculo que hace el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo junto con el Banco Central. “La metodología es muy cerrada. No ofrece datos profundos y no abre discusión, se limita a dar resultados de estimaciones y no discutir el proceso”, se queja. También cree que la pobreza se redujo en 2013, “pero no tanto como el Gobierno ha dicho”, sostuvo.
