Arco cuarentenario: un sistema que le cierra el paso a las plagas

En 33 años, específicamente entre 1975 y 2008, República Dominicana sufrió el ataque de plagas y enfermedades invasivas que golpearon duro a la economía nacional, mermando la producción agrícola.

En 33 años, específicamente entre 1975 y 2008, República Dominicana sufrió el ataque de plagas y enfermedades invasivas que golpearon duro a la economía nacional, mermando la producción agrícola. Los “dolores de cabeza” provocados por esas plagas y las acciones que debieron implementarse para enfrentarlas fueron tan fuertes que, posiblemente, nadie quisiera que se repitan. Experiencias como esas han obligado al país a establecer una especie de “pared cuarentenaria”, en puertos, aeropuertos y la zona fronteriza, para evitar “visitas no deseadas” como las que llegaron antes y afectaron sin piedad a rubros como el tabaco, el melón, el tomate, los bananos y los cítricos, entre otros.

República Dominicana ha estado implementando en los últimos años un sistema denominado “Arcos sanitarios”, con el que pueden reducir de manera importante la posibilidad de entrada de plagas.

Los Arcos sanitarios son estructuras fitosanitarias colocadas en los puertos, que buscan realizar un tratamiento cuarentenario no inclusivo (afuera) a medios de transporte, es decir, a contenedores. Esas estructuras existen en muchos países del mundo, especialmente en los que son miembros del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA).

En el caso dominicano, están instalados en los cuatro puertos marítimos de mayor movimiento comercial. Ellos son: Haina, Puerto Plata, Multimodal Caucedo y Sans Soucí. La colocación en el muelle comercial de Puerto Plata es una de los más recientes (en julio de este año 2016) para tener el debido control fitosanitario de los productos agropecuarios que se mueven (entran y salen) vía esa terminal marítima.

Entre 2008 y 2012 el territorio no recibió ninguna plaga ni enfermedad que amenazara la producción agrícola, según los reportes oficiales, pero en 2015 apareció la “Mosca de Fruta del Mediterráneo o Mosca de la Fruta” (en este caso en Punta Cana, una zona de poca importancia económica en materia agrícola) que llevó a Estados Unidos a prohibir la entrada desde el país de 23 rubros, de los cuales aplicaban –concretamente- la lechosa, el mango, el aguacate, los ajíes y los tomates, porque son los que se producen aquí. En el caso de los mangos, la exportación se siguió realizando sin contratiempos mientras duró la veda, gracias a que ese producto es sometido a un curamiento especial para los envíos. La prohibición de EE.UU fue levantada hace varios meses y solo está vigente para la provincia La Altagracia, donde en 2015 se detectó la mosca.

La globlalización en el comercio es una causa

Cuando los expertos tocan el tema de las plagas y los insectos, suelen decir que después de la de globalización del comercio, éstos viajan más rápido.

Explican que República Dominicana, en el pasado, quizás tenía cinco vuelos internacionales a la semana. Actualmente, se realizan cientos de ellos y eso incrementa las amenazas de que algún insecto o plaga llegue. “Es por eso que debemos tener cuidado. Hay que establecer un blindaje”, sugieren.

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