Los beneficios del ajedrez

Estoy en Baku, capital de Azerbaiyán, en la costa del mar Caspio, en la región del Cáucaso. Aquí se celebran las Olimpíadas Mundiales de Ajedrez, con la participación de más de 150 países, incluyendo el nuestro. Esta extraordinaria fiesta deportiv

Estoy en Baku, capital de Azerbaiyán, en la costa del mar Caspio, en la región del Cáucaso. Aquí se celebran las Olimpíadas Mundiales de Ajedrez, con la participación de más de 150 países, incluyendo el nuestro. Esta extraordinaria fiesta deportiva me inspira escribir este artículo.Desde hace tiempo procuramos que se imparta el juego ciencia como materia en nuestras escuelas. Destacados investigadores reconocen los múltiples beneficios que brinda el ajedrez en el desarrollo de la capacidad intelectual y de las habilidades de inteligencia emocional. Afirman que constituye una herramienta para el mejoramiento del coeficiente intelectual y el rendimiento escolar de los niños y jóvenes que lo practican. Veamos algunos ejemplos.

Atención y concentración: esta es una de las capacidades que más rápidamente promueve el ajedrez. El desarrollo de una partida puede ser arduo, con múltiples alternativas y dentro de un límite de tiempo significativo. El ajedrecista debe mantener un altísimo grado de concentración durante el juego, lo cual se llega a manifestar en otras áreas de su vida.

Memoria: debido a la multiplicidad de variantes que se calculan en cada jugada, una buena memoria es un aliado muy importante para el ajedrecista. Muchas de las respuestas pueden basarse en la experiencia o el conocimiento de posiciones similares jugadas en otras partidas y para eso es necesario recordarlas. También se requiere creatividad e imaginación.

El razonamiento lógico-matemático: el tipo de razonamiento empleado en el ajedrez es similar al utilizado en las matemáticas. Algunas investigaciones han mostrado una correlación entre la práctica del ajedrez y el mejoramiento de las habilidades lógico-matemáticas, fundamentalmente en los niños y jóvenes.

Control emocional: el desarrollo de una partida requiere de un alto grado de control emocional. Un jugador no puede dejarse llevar por la ira o la tristeza ante una mala jugada, pues tal vez no logre recuperarse. El ajedrez también permite aprender a controlar los sentimientos de frustración cuando se pierde y convertirlos en energía positiva para afrontar el próximo reto.

Sentido de transparencia y adaptabilidad: para jugar ajedrez se requiere darle seguimiento a una serie de reglas técnicas cuyo incumplimiento es penalizado. Tampoco el jugador puede culpar a otros de sus deslices. Son sus propias capacidades y acciones las que determinan su desempeño. El ajedrez promueve la honestidad.

Trabajo en equipo y colaboración: a pesar de ser un juego individual, en el ajedrez también se compite por equipos. Para tener éxito es imprescindible la unión de todos los miembros del grupo.

Por ello y otras razones, creemos que si se impartiera ajedrez de forma oficial en nuestras escuelas, tendríamos mejores estudiantes y seres más útiles para la patria. La idea está ahí, ojalá se haga realidad.

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