El vaticinio se cumplió: Saúl -Canelo- Álvarez dejó sentir sus poderosos puños y en el noveno asalto anestesió al británico Liam Smith en la pelea montada (la madrugada del pasado domingo) en el estadio Cowboys de Dallas, Texas.
Capturó por segunda ocasión el campeonato del peso superwelter (mediano junior, 154 libras) que avala la Organización Mundial de Boxeo.
Como escribí, la pelea siempre se tornó a favor del recio pegador mexicano que obtuvo su victoria número 48 en 50 subidas al cuadrilátero. Tiene una derrota y un empate. Se anotó su nocaut 34 de su carrera profesional.
Canelo Álvarez, en casi todo el trayecto del pleito, dio una exhibición de oppercuts. Ese golpe llegaba en forma contundente a la barbilla de Smith quien besó tres veces la lona.
El puño que determinó el fatídico resultado, contra el destronado campeón británico, fue el poderoso gancho de izquierda que llegó al hígado.
Ese golpe Canelo se lo asestó a Smith restando unos 28 segundos para concluir el noveno round.
Smith, quien sufrió su primer revés (23-1-1 con apenas 13 triunfos por nocaut), se mostró seriamente adolorido. Se doblaba tras recibir el neto gancho al hígado.
El árbitro puertorriqueño Luis Pabón se vio obligado a detener las acciones y declarar ganador a Canelo Álvarez por nocaut técnico.
Al peso mediano
Canelo, a pesar de que vuelve a ser monarca mediano junior, ya no está para trabajar en ese peso y tendrá que regresar al peso mediano y buscar otra vez el cinturón de esa categoría.
En noviembre del 2015 se coronó por primera vez titular mediano tras derrotar, en una violenta pelea, al boricua Miguel Cotto.
Aunque nunca ha ido a la báscula oficial con un peso mediano (lo máximo que ha llegado ha sido 158 libras y media), tendrá que regresar a esa categoría.
Deberá prepararse para pactar la pelea que todos esperaban: Con el kazajo Gennady Golovkin.
De la futura pelea con Golovkin, quien es el rey de los medianos, escribiré en próximos trabajos.
