Santo Cerro: Hogar de la Virgen de las Mercedes

El Santo Cerro concentra la mayor parte de las primacías religiosas de América: el primer bautizo, el primer santuario mariano establecido por indicación de Cristóbal Colón, la primera misa que se celebró de un nuevo sacerdote, el primer mártir&#82

El Santo Cerro concentra la mayor parte de las primacías religiosas de América: el primer bautizo, el primer santuario mariano establecido por indicación de Cristóbal Colón, la primera misa que se celebró de un nuevo sacerdote, el primer mártir (Guaticagua), y la primera cruz del nuevo mundo.

De ahí surge la afirmación que el nacimiento de la evangelización fue en este lugar que tiene un gran renombre como signo de fe y de historia, y que cada año, para esta fecha, recibe a miles de visitantes tanto del país como de extranjeros, atraídos por la advocación Mariana a la Virgen de las Mercedes, para rendirle culto o cumplir una promesa en el Santuario Nacional Nuestra Señora de las Mercedes. Cristóbal Colón plantó allí la primera cruz en 1495.

En el 1525 se construyó una ermita junto al convento de los mercedarios y en 1546 otra junto al calvario, pero un terremoto ocurrido en 1842 la destruyó, siendo reconstruida. Un huracán la dejó casi destruida en 1869, y a la llegada de fray Roque Cocchia, delegado y vicario apostólico en 1877, dispuso la construcción del actual santuario, utilizando materiales de la antigua catedral de la Vega Vieja. Su construcción inició en 1880, a cargo del arquitecto santiaguero Onofre de Lora, quien duró 17 años erigiendo la obra que hoy día es admirada por su belleza.

En este, lugar de peregrinaje donde fue celebrada la primera eucaristía en América, el seis de noviembre del año 1495, y la celebración de los primeros bautizos, que marcaron el inicio de una tradición de fe.

Para llegar aquí hay dos vías de acceso: La Ruta de la Fe, utilizada mayormente por quienes van en penitencia o quieren admirar la belleza del valle, a través de las estaciones del viacrucis, así como la carretera antigua, que va desde la Autopista Duarte al Santo Cerro en vehículo.

El padre Joaquín Alberto Pérez, vicario parroquial, afirma que todas las personas que viven en los alrededores tienen cierta pertenencia al santuario, por eso cuando la gente llega al Santo Cerro, inmediatamente se ubican, no solamente en el santuario, sino que están en un lugar histórico. Relata que tras plantar la cruz, llevaron la imagen De las Mercedes y desde entonces se ha tenido una gran veneración.

“Incluso el pueblo dominicano la tiene como patrona, aquí se le tiene un gran amor a la Virgen, uno puede darse cuenta que por años, y a nivel del año entero viene la gente a visitar a la Madre, no la cantidad que viene ahora, pero sí, durante todo el año viene mucha gente en peregrinación”.

El sacerdote informó que los fines de semana tienen seis misas: los sábados dos y los domingos cuatro, y todas se celebran a casa llena, de gente que va de diferentes puntos del país y de fuera, como Estados Unidos, España, Francia, de todos los lugares del mundo.

En el año 2010 se comenzó a hacer una reestructuración al santuario, y hace tres años, el Ministerio de Turismo remozó el cerro, construyendo la explanada de la iglesia, una tienda, el salón parroquial, un parqueo de dos niveles y la cruz detrás de la iglesia.

Expresión de fe y devoción a la Virgen

Al entrar al santuario, es visible la gran devoción de sus visitantes, que llegan con velones y flores a cumplir promesas o a pedir favores a la Virgen, manifestando su fe en ella.

“El que viene aquí solo ve la expresión de la fe a través de las personas que tocan las imágenes, que prenden luces, pero cuando uno empieza a escuchar el testimonio que dan, que muchas personas fueron curadas de enfermedades, que la Virgen le hizo algún milagro en su vida y vienen a dar gracias a Dios por eso”, precisa el sacerdote.

Santuario y parroquia a la vez

El padre Joaquín Alberto Pérez explicó que el lugar es santuario y parroquia a la vez, y que como parroquia tiene su librería, su secretaria, los sacerdotes que la atienden: el padre Michel Rosario, que es el párroco; el padre Maino que es el vicario y él, vicario parroquial.

La iglesia tiene dos confesionarios, el altar mayor, el altar a la Virgen, donde la gente la puede ver desde lejos, y para esta fecha, la colocan un poco más adelante para que los visitantes la tengan un poquito más cerca.

El padre informó que la iglesia tiene diferentes retablos con diferentes santos que la gente tiene de renombre; en el extremo izquierdo tiene la imagen de las Mercedes que se utiliza en otra nación, otro retablo y el Santo Hoyo, “que la gente venera mucho, porque ahí fue plantada la cruz y le tienen mucha fe, porque han venido terremotos y el santuario que antes fue construido de madera, todo se fue, pero donde estaba la cruz nunca se fue, siempre permaneció”.

A pocos metros del santuario hay un árbol de níspero que es producto del primer níspero del que Cristóbal Colón extrajo un leño para hacer la primera cruz que implantó en el santuario.

Frente al santuario fue construida la Capilla de la Luz, donde los visitantes van a encender sus velones. El padre Joaquín explicó que esta fue construida para poder darle acogida a la gran cantidad de luces que llevaban los feligreses, en vista de que estas estaban tiznando el techo, y el remozamiento resulta caro, además para que haya más control, porque hubo una persona que casi coge fuego dentro del santuario.

Hermanas mercedarias acogen a los peregrinos

Desde hace más de 90 años, las Hermanas las Mercedarias, cumplen con la labor de atender el santuario, y junto a los sacerdotes, laicos y fieles han formado una espiritualidad y comunión para darle acogida a quienes llegan aquí.

También están a cargo del Centro Educativo Nuestra Señora de las Mercedes, un politécnico ubicado en el lateral del Santuario, que dan educación a las personas que viven en el entorno.

Tienda-cafetería

Los visitantes al cerro pueden adquirir suvenires o imágenes religiosas en la tienda-cafetería Nuestra Señora de las Mercedes, perteneciente a la iglesia, donde encuentran artículos concernientes a la fe, como rosarios, pulsas, denarios, llaveros y estampitas.

Daniel Ramírez, administrador de inventario de la tienda, explicó que tratar de tener siempre los artículos a precios asequibles para los clientes, para que lo compren en base a las necesidades que tienen. También tienen a la venta la vestimenta sacerdotal, como casullas, avalos, los copones, cáliz, incendiario, hisopos, vinagrera y lavados. Informó que los artículos más demandados son la Virgen de las Mercedes, incluyendo pulsas, cuadros, llaveros y cadenas

Tienda-cafetería

Los hojaldres y roquetes, propios del Santo Cerro, se venden en todo el trayecto, tanto en tarantines, colmados como por vendedores ambulantes. “Mucha gente que son de bajo recurso que se dedican a esta venta, les va bien, ellos dicen ahora es que puedo comprar un abanico, una lavadora, hay una que me dijo que tenía como meta comprar un inversor, ellos planifican esta fecha para comprar sus cosas”, precisa el sacerdote”.

Patrona
El pueblo dominicano la tiene como patrona, aquí se le tiene un gran amor a la Virgen. El año entero viene la gente a visitarla”.

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