Hombre mata a tiros presunto delincuente en San Francisco de Macorís

Un joven de 22 años fue ultimado a tiros la tarde ayer en San Francisco de Macorís, informó la Policía Nacional. Jordany Acosta de la Cruz, “Bobo”, murió a causa de heridas de bala en el cuello, el pecho, la espalda y el brazo izquierdo,…

Un joven de 22 años fue ultimado a tiros la tarde ayer en San Francisco de Macorís, informó la Policía Nacional.

Jordany Acosta de la Cruz, “Bobo”, murió a causa de heridas de bala en el cuello, el pecho, la espalda y el brazo izquierdo, según certificó el médico legista actuante en el caso.

El cuerpo del orden informó que Acosta de la Cruz, había sido sometido a la justicia en múltiples ocasiones por el asesinato de dos hombres y una mujer, por robo de automóviles y motocicletas, asaltos a mano armada y otros delitos.

Acosta de la Cruz fue atacado a tiros por un desconocido en la calle Emilio Prud’ Homme a esquina Juan Bautista Blanco, en el sector Hermanas Mirabal, en San Francisco de Macorís, según informaron las autoridades.  

Al momento del suceso, el joven viajaba en la parte trasera de una motocicleta CG, negra, de otros datos desconocidos, que conducía Richard Reyes Gutiérrez, alias “Tunti”, de 25 años, quien resultó ileso durante.

Testigos del hecho dijeron que cuando la motocicleta en que iba Acosta de la Cruz se detuvo en la calle Juan Bautista Blanco, tambié lo hizo un automóvil Kia, de otros datos desconocidos, de cuya parte trasera se desmontó un hombre con una pistola con la que le hizo varios disparos.

Relataron que cuando Acosta de la Cruz cayó al suelo herido, el desconocido continuó disparándole y luego se montó en la parte trasera del automóvil que se alejó del lugar.

La Policía informó que Acosta de la Cruz fue sometido a la justicia el 16 de marzo del 2014 por el homicidio de Pedro Almonte Marte y Paloma Geraldina Olivares y que ocho meses después fue sometido por el asesinato de Jorge Luis Rojas Martínez.

El 6 de abril del 2015 fue sometido nuevamente acusado de robo de vehículo mediante asalto a mano armada, robo de motocicleta, así como de porte y tenencia ilegal de armas de fuego.

Las autoridades enviaron el cadáver al Instituto Nacional de Ciencias Forenses de esa ciudad, para fines de autopsia.

En el lugar del hecho la Policía Científica levantó tres casquillos calibres nueve milímetros. 

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