Santiago. Tras varias denuncias y preocupaciones de ambientalistas, el Ministerio de Medio Ambiente intervino en la cordillera Septentrional, debido a los daños ecológicos por la extracción de ámbar.Durante un operativo fueron apresados varios campesinos que de forma rudimentaria se dedican a cavar en zonas montañosas y al derribo de árboles.
Militares adscritos al Ministerio de Medio Ambiente además se incautaron de los equipos para la extracción de ámbar en la carretera La Cumbre que comunica al municipio de Tamboril con la carretera turística Gregorio Luperón. Recientemente, propietarios de terreros en toda la cordillera mostraron preocupación por las invasiones de solares por parte de personas con retroexcavadoras. Los daños no solo se producen en la carretera La Cumbre, sino en comunidades cercanas a Puerto Plata, donde operan con facilidad algunos “empresarios”, que se dedican a comprar el material a los campesinos.
Reflexión
El expresidente de la Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI), Nelson Bautista, dijo que al menos seis de los ríos que nacen en la cordillera se ven afectados con la reducción de sus cauces, algunos en su totalidad, debido a los desmontes de árboles para la búsqueda de ámbar. Entre los afluentes más afectados citó: los de Jacagua, Gurabo, Palo Quemado y los de San Francisco de Yásica y Yaroa.
También en varias ocasiones, Saúl Abreu, director ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo Incorporada, ha mostrado su preocupación por los daños causados con la extracción de este material, que cada vez aumentó su precio en el mercado internacional. Según José Miguel Domínguez, uno de los propietarios de fincas afectados por la penetración de equipos pesados, los daños ecológicos en la zona deben llamar la atención de las autoridades.
Ambientalistas están preocupados
En los encuentros sostenidos por el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Francisco Domínguez Brito, representantes de sectores ambientalistas les han mostrado sus quejas por la depredación y la permisibilidad con que actúan, incluso algunos empresarios extranjeros pagan a dueños de fincas para meter sus máquinas retroexcavadoras.
