Para exigir a los jóvenes que trabajen por su país, primero hay que crear las condiciones para que puedan satisfacer sus necesidades básicas, y para eso se necesita de los esfuerzos de la sociedad civil y el empresariado.Este fue uno de los principales puntos discutidos ayer durante la apertura del “XIII Encuentro Iberoamericano Sobre Sociedad Civil”, que se celebra hasta hoy en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PCMM) y en el que participan representantes del Gobierno, empresarios y organizaciones sin fines de lucro.
La vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández tuvo a su cargo las palabras de apertura del evento y durante su intervención llamó a todos los sectores de la sociedad a unirse para contribuir a la inclusión social de los jóvenes, y de esa forma disminuir las cifras de jóvenes que ni trabajan ni estudian.
“Sin sus necesidades básicas aseguradas, la juventud se aleja de los intereses cívicos y de la discusión de los problemas que afectan a nuestros países. Se convierten en presa fácil de los vicios y de quienes viven de la violencia y el terror”, justificó Cedeño.
La Vicepresidenta de la República también dijo que cuando no se trabaja por la inclusión social de los jóvenes, estos se hacen indiferentes a su entorno, “los alejamos de sus familias y con ello, se contribuye a la destrucción de los valores, que tanta falta hacen en la época en que vivimos”.
En tanto que la presidenta de los “Encuentros Iberoamericanos de la Sociedad Civil”, Isabel Novoa, explicó que a pesar de los avances en políticas públicas en Iberoamérica, se necesitan mayores esfuerzos para ayudar a los jóvenes a superar los retos que se presentan en la sociedad actual. Dijo que lo que se haga a favor de la juventud, repercute en el fortalecimiento de la democracia.
De acuerdo con Novoa, actualmente los jóvenes tienen más acceso a la educación, pero menos oportunidades de empleo, también dijo que estos tienen más acceso a la información, pero menos participación en los espacios de toma de decisiones, situaciones que calificó como contradictorias.
Desperdician potencial joven
Las palabras centrales del evento estuvieron a cargo del director regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), José Manuel Salazar-Xirinachs, quien consideró que América Latina no está aprovechando todo el potencial de sus generaciones jóvenes.
Dijo que hay aproximadamente 108 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años de edad en América Latina y el Caribe, lo cual representa el 18% de toda su población. De este reglón 37 millones de jóvenes solo estudian, 35 millones solo trabajan y otra tercera parte (13 millones) trabajan y estudian.
Pero recordó que hay otras categorías de jóvenes en una situación muy difícil. Refirió que 21 millones de jóvenes en América Latina y el Caribe son “Ninis”, o sea, que ni estudian, ni trabajan. Detalló que de este total el 24% buscaba empleo y el resto, un 76% no lo busca.
También indicó que del total de “Ninis” que no buscan empleo, 11 millones se dedicaban a quehaceres domésticos, en su gran mayoría (91%) mujeres jóvenes, situación que consideró está relacionada con patrones culturales que limitan la inserción laboral de las jóvenes. Advirtió que tales patrones son barreras que deben discutirse para que puedan ser eliminadas.
La sociedad actual tiene un “bono demográfico”
José Manuel Salazar informó que la población joven (de 15 a 29 años) en América Latina y el Caribe está experimentando una reducción desde fines de los 90, que se volvió más pronunciada a partir del 2010. “Todavía la juventud es un 29% de la población total y por eso se habla de que estamos viviendo un “bono demográfico”, dijo Salazar, sin embargo, pronosticó que la población joven se reducirá a solo un 22% en el 2050.
