Santiago. Los planes de la Alcaldía de este municipio, de trasladar el mercado que opera en Pueblo Nuevo a un solar baldío cerca de un residencial y a escasos metros del cementerio de El Ingenio, ha encontrado el rechazo de sus moradores.Equipos pesados del cabildo iniciaron los trabajos de acondicionamiento de terreno, pero los residentes de la urbanización El Ejecutivo, al oeste de Santiago, se oponen. La comunidad dice que trasladar hacia ese sector, sin consulta, el mercado de pulgas que por años operó en el barrio Pueblo Nuevo, sería llevar el desorden de cada jueves a esa comunidad. Aseguran que la alcaldía los engañó prometiéndoles la ampliación del drenaje pluvial y el asfaltado de las calles, sin embargo, la empresa contratista trabaja al vapor levantando un cerco en los terrenos donde presuntamente mudarán el mercado.
Intranquilidad
María Uceta, residente en la urbanización El Ejecutivo, considera que llevar el mercado a esa comunidad sería afectar la tranquilidad. “No aceptaremos que nos instalen aquí, el desorden que cada jueves se produce en Pueblo Nuevo”, expresó Uceta. En tanto, que Ramón Rodríguez, advierte que recurrirán a todos los medios para impedir las pretensiones del cabildo. Tras el anuncio de desalojo del mercado de pulgas de Pueblo Nuevo, el alcalde Abel Martínez barajó la posibilidad de llevarlo a tres comunidades, e incluso los terrenos donde será levantado el parque metropolitano en el antiguo aeropuerto.
También se planteó ubicar unos terrenos en las afuera de la ciudad, en la zona sureste del municipio, cercano al distrito municipal de Canabacoa, perteneciente al municipio de Puñal. Sin embargo, en cada uno de los casos, sus respectivas comunidades y empresarios han rechazado aceptar que los buhoneros se instalen, debido al caos que generan.
El malestar se trasladaría de un lugar a otro
En caso de que se concretice el traslado, al residencial El Ejecutivo llegarían cada jueves al menos tres mil quinientos vendedores informales que cada jueves instalan sus puestos de venta. Sectores empresariales han visto con buenos ojos el traslado de dicho mercado, por entender que arrabaliza el casco urbano de la ciudad, lanzando basura y ocupando aceras.
