¿Por qué “Santiago 2026”?

La ciudad de Santiago necesita una motivación para seguir adelante, algo que la una, que le inyecte optimismo y promueva la recuperación de un orgullo que se pierde y que frene o amortigüe el proceso de ser engullida por la capital. Organizar…

La ciudad de Santiago necesita una motivación para seguir adelante, algo que la una, que le inyecte optimismo y promueva la recuperación de un orgullo que se pierde y que frene o amortigüe el proceso de ser engullida por la capital.

Organizar un gran evento puede contribuir a que despertemos. Por ello, tal y como publiqué hace meses, apoyo que en el año 2026 se celebren en la Ciudad Corazón los Juegos Centroamericanos y del Caribe, tal y como ocurrió en el año 1986, con un rotundo éxito.

En ese entonces participaron casi 3,000 atletas, en 22 deportes, representando 26 países. Los dominicanos obtuvimos 70 medallas: 9 de oro, 34 de plata y 27 de bronce. Una proeza. Logramos el séptimo lugar en la tabla del medallero. No podemos olvidar a “La Marchanta”, representada en el logo; de igual manera a “Chaguito”, el alegre burrito que fue la mascota.

Santiago es una potencia deportiva. Contamos con destacadísimos atletas, excelentes dirigentes, experimentados técnicos y sólidas instituciones. Somos conocidos por hacer actividades nacionales e internacionales con calidad. Nos catalogan como buenos anfitriones.

Tenemos las instalaciones deportivas básicas. Está La Barranquita, ideada especialmente para deportes de alta competición; también la Ciudad Deportiva, con el moderno Estadio Cibao y con la extraordinaria Arena Oscar Gobaira. Además, existen varias canchas bajo techo, una piscina olímpica y un moderno campo de fútbol.

El gobierno ha dado un gran apoyo al deporte en Santiago. Muy bien hecho. El deporte es la principal actividad para desarrollar las cualidades físicas y morales de la juventud. Toda inversión allí beneficia al pueblo, lo engrandece, lo estimula. El deporte contribuye a la construcción de un mundo mejor y más pacífico, educando, sin discriminación de ninguna clase.

En los Juegos Olímpicos, por ejemplo, se dan cita cientos de naciones; compiten pobres y ricos, indios y amarillos, católicos y musulmanes, izquierdistas y derechistas. Es el lugar por excelencia donde todos son iguales. Es la democracia plena.

Y aquí van al estadio de béisbol morados y blancos, rojos y azules, y todos se confunden en el aplauso a su equipo, en un ambiente de fraternidad y entusiasmo. El deporte es comprensión mutua, espíritu de amistad, solidaridad y juego limpio. Es tan importante que la sección de deportes de los diarios es la que más se lee.

Santiago está preparado para celebrar esos juegos nueva vez, resaltando que ahora tenemos el Aeropuerto Internacional del Cibao y más hoteles; solo sería necesario acondicionar las instalaciones existentes y construir una villa deportiva, algo que de todas maneras hace falta. “Santiago 2026” puede ser la diferencia entre un Santiago estancado y otro que recupere su esplendor.

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