Canela: “Estoy viviendo un gran sueño”

Para muchos, adentrarse en las aguas abiertas es entrar en un abismo desconocido lleno de animales marinos. Para Eduardo Canela es todo lo contrario. Es un espacio abierto donde se siente dueño absoluto de todo y puede ser él mismo.

Para muchos, adentrarse en las aguas abiertas es entrar en un abismo desconocido lleno de animales marinos. Para Eduardo Canela es todo lo contrario. Es un espacio abierto donde se siente dueño absoluto de todo y puede ser él mismo. Con gran valentía, este joven dominicano aspira a seguir construyendo un camino que pocos transitan y con su impronta contribuir para que más pronto que tarde se empiece a reconocer esta isla como ‘‘la cuna de los nadadores’’.

“Colocar al país en un peldaño importante es una de mis metas que no solo nos conozcan por ser una tierra de peloteros”, expresó Canela a elCaribe.

No sólo con su voz quiere despertar el ímpetu deportivo que posee sino que con sus brazos quiere demostrar que ‘‘nada es tan lejos si tú vas tras ello’’.

Desde muy pequeño persiguió este sueño en las aguas abiertas. A los cinco años se inició en natación en piscina, destacándose en las distintas categorías en el Club Deportivo Naco, donde logró pertenecer al equipo principal de nadadores. Después, tras su desarrollo como atleta y los excelentes resultados que obtuvo, le valieron para integrar las filas del equipo nacional de natación dominicano. “Entrar al equipo nacional, es el sueño de todo deportista, conseguirlo y representar a tu país y mantenerte es aún más significativo”, indicó Eduardo, quien es dirigido por el entrenador Augusto García.

Al obtener el título en Administración de Empresas, que lo mantuvo fuera durante un prologando tiempo de la natación, Eduardo regresa con más ansias y anhelos de incursionar en otra modalidad que le exigiera más física y mentalmente. “Es ahí donde empiezo a participar en actividades de 1, 3 y 5 kilómetros en el país. Y en el 2011, hablo con mi entrenador sobre mi interés en aguas abiertas de ultra distancia, con más de 20 kilómetros”, manifestó Canela, quien dice que la natación de aguas abiertas es 80 por ciento mental y 20 físico.

“Fui a mi primera competencia internacional en la Florida (36th. Swim Around Key West), alcancé el cuarto puesto en general. Fue mi primera justa internacional. Al regresar al país ya surgió en mí el interés de hacer una travesía que nadie haya alcanzado. Ahí me vino la idea del doble cruce de la bahía de Samaná”, dijo.

Desde que cruzó la Bahía de Samaná ida y vuelta, Eduardo despertó la mirada de muchos, pues logró un hecho sin precedentes a nivel nacional. Canela tuvo una distancia recorrida de 36 kilómetros, los cuales debido a las adversas condiciones del mar se recorrieron en nueve horas con 59 minutos.

“En la actualidad estoy viviendo un gran sueño, lo que siempre quise vivir del deporte. Sabiendo, en la sociedad, lo que es salirse de lo cotidiano. Estoy viviendo mis sueños y estoy luchando por eso”, expresó Canela.

Para Eduardo más aún que afrontar el frío, las altas temperaturas del mar y los dolores corporales que pueden aparecer, lo más difícil ha sido que crean en el proyecto.

“Tocar puertas, de que acepten y entiendan el proyecto. Que entiendan el mensaje que tú estás llevando a través del deporte y los beneficios que le pueden representar a una marca, eso ha sido difícil”, manifestó Canela, quien ahora cuenta con 11 marcas patrocinadoras.

Eduardo también explica como el equipo que ha estado detrás de él en todo momento, lo ha ayudado para no colapsar en el camino y llegar hasta dónde está. “Mientras nado, por la mente pasa una inmensidad de pensamientos, hay momentos que son muy difíciles. Saber qué debo hacer y que no es un trabajo, que me ayuda mi equipo que está en el barco. Médicos, personas de logística, mi esposa, son vitales para alcanzar la meta”, enfatizó.

Tras superar su último reto: convertirse en el primer dominicano en nadar durante 24 horas en aguas abiertas, Eduardo va tras un anhelo más pretencioso para el 2017, del cual próximamente hablará de ello.

“Estaríamos haciendo uno de los nados más largos del mundo. Muchas horas dentro del agua y creo que colocaría a dominicana en un punto más alto en el que está a nivel mundial en aguas abiertas”, dijo Eduardo, de 29 años de edad. 

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