Carlix, un artista de RD que triunfa en Argentina

La frase es manida. Ha sido dicha y escrita miles de veces, pero me veo en la necesidad de traerla de nuevo a colación. Esta es la manida frase: “Nadie es profeta en su tierra”. Se podría decir que es casi una excepción…

La frase es manida. Ha sido dicha y escrita miles de veces, pero me veo en la necesidad de traerla de nuevo a colación.

Esta es la manida frase: “Nadie es profeta en su tierra”.

Se podría decir que es casi una excepción que, por ejemplo, un artista dominicano -de cualquier área- sea exaltado, por los méritos acumulados, en esta tierra donde nacieron grandes hombres de la calidad humana y patriótica de Juan Pablo Duarte y Gregorio Luperón.

Carlos Enrique Nina Alvarado (Carlix, su nombre artístico) es mi hijo y me siento altamente orgulloso de ser su padre.

Carlix triunfa en los escenarios artísticos de Argentina, grandioso país de América Latina de donde son originarios Carlos Gardel, Mercedes Sosa, Leo Marini y Roberto Yanés, íconos de la canción hispana.

Carlix es cantante, compositor y productor. Son renglones en los que deja ver su talento. Canta temas de la bachata moderna (adornados con letras de amor); compone canciones del mismo género y, además, es productor.

Este joven artista, que además tiene perfecto dominio del inglés, decidió
probar “suerte” en tierras lejanas.

Ha realizado viajes a Estados Unidos (Los Ángeles, Miami y Nueva York), pero seleccionó a la República de Argentina para desarrollar su carrera profesional.

Debo precisar, además, que en Argentina también residen otros dos mis seis hijos: Nathacha Nina Alvarado de Lopo y Marfielys Altagracia Nina Alvarado quienes viajaron hace varios años a la nación suramericana a realizar estudios universitarios.

Mi adorado vástago, que tuvo a un tris de ser pelotero profesional porque exhibió condiciones al participar en una de las ligas deportivas de Santo Domingo, se desvive por su carrera, pero a la vez sabe que tendrá que seguir quitando obstáculos del camino si al final quiere llegar a la cima, aunque sea fuera de su patria, ¡allende de los mares!
A los lectores les pido excusas por abordar un tema familiar en esta tribuna. Nunca quise hacerlo.

Sin embargo, mi conciencia de padre me obligó a resaltar lo que medios noticiosos dominicanos, en sus secciones de arte y espectáculos, no han hecho respecto a los éxitos logrados por mi hijo Carlos Enrique.

En el clímax de este artículo, “asiento” otra histórica frase lapidaria del pensamiento del patriota Federico Henríquez y Carvajal: ¡Oh América infeliz, que sólo recuerda tus grandes hombres cuando son tus grandes muertos! 

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas