Qué bueno que ya te vas

Hoy que preparas tu equipaje no puedo evitar sentir cierto alivio, felicidad no. Pero sí un gran alivio. Te vas. Dando por concluido tu tiempo por aquí. Lo sabía. Siempre supe que así sería y así fue.Entonces hago un balance y enumero…

Hoy que preparas tu equipaje no puedo evitar sentir cierto alivio, felicidad no. Pero sí un gran alivio. Te vas. Dando por concluido tu tiempo por aquí. Lo sabía. Siempre supe que así sería y así fue.

Entonces hago un balance y enumero aquellas cosas que me diste, lo que me dejaste, aquello que nadie, ni siquiera tú podrás quitarme.

En mi balance veo que nunca faltaron los momentos buenos, las risas, los besos, la compañía cuando era requerida.

No faltaron las horas interminables de conversaciones, unas agradables otras no tanto.
Pero al fin y al cabo forman parte de lo que me queda y que no compartiré con nadie más.

Lo pienso y una sonrisita de satisfacción se dibuja en mi cara.
Pero luego pienso en lo que entregué, las ilusiones y esperanzas que deposité en ti, lo mucho que me esforcé porque el trayecto fuera bueno, inolvidable y hermoso.

Tuve mis fallas, cometí mis errores, pero siempre, hablé con la verdad. No puedo pasar por alto los malos ratos, las lágrimas, la espantosa tristeza, las horas en soledad y silencio.

Me acerco a tu maleta y no puedo evitar ver dentro de ella y mirar todo lo que te llevas, y concluyo en que me quitaste tanto… Me lastimaste profundamente, me heriste en medio del alma.

Te llevaste parte de mi vida, me dejaste desprovista de herramientas para seguir adelante, y no conforme con eso, cuando solo faltaban horas para tu partida, te devuelves de la puerta para asestar tu último golpe, esperando con mórbida atención que esta vez no pueda levantarme.

Es por eso que casi sin aliento, abatida por tus devastadores efectos, me armo de valor para gritarte en la cara, que me alegra que ya te vayas, que puedes estar seguro que no te voy a extrañar.

Te vas, como todo el que se aprovecha del otro y se va cuando ha tomado lo que le interesa.

Vete pues. Será un gran alivio no volver a verte. Siento una gran paz al saber que nunca más volverás.

Sé que eres de los que no vuelven a pisar la senda por la que antes pasaron. En esto nos parecemos tanto. Vete y no olvides cargar con la tristeza, la traición, la deslealtad y la mentira que tantos beneficios te han dejado. Hasta nunca 2016. l

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