Desconcierto

En estos días la sociedad dominicana, en sus planos más bajos, se debate en un tema que refleja muy bien por dónde anda la escala de valores, y cómo oscila de un extremo a otro, en una mezcla de resentimientos, ansias de redención, pasiones indescrip

En estos días la sociedad dominicana, en sus planos más bajos, se debate en un tema que refleja muy bien por dónde anda la escala de valores, y cómo oscila de un extremo a otro, en una mezcla de resentimientos, ansias de redención, pasiones indescriptibles ligadas a la política, al ejercicio del poder y a las expectativas que genera.

Todo eso se alimenta de una extraña mezcla de medias verdades, excesos de informaciones incompletas, desconocimientos, y lo peor de todo, la conformación de puntos de vista concluyentes como verdades únicas muy apartadas de la realidad, propias del mundo de lo absurdo. Pero son esas conclusiones las que inducen lamentablemente los comportamientos predominantes en estos tiempos.

Se enseñorea la más extendida

desorientación. Desconcierto total. Y no se sabe quién es ángel o demonio.
Quizás ese comportamiento tenga que ver con la condena del papa Francisco, Jorge Bergoglio, en la Basílica de San Pedro del Vaticano, en la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, este año bajo el tema “La no violencia: un estilo de política para la paz”:

“La pérdida de los lazos que nos unen, típica de nuestra cultura fragmentada y dividida, hace que crezca ese sentimiento de orfandad y, por tanto, de gran vacío y soledad. La falta de contacto físico (y no virtual) va cauterizando nuestros corazones, haciéndolos perder la capacidad de la ternura y del asombro, de la piedad y de la compasión”.

En esta batalla de confusión y pasión, tiene valor recurrir al Papa Francisco y a los valores en que se fundamenta. Luego podría empezar la marcha hacia la racionalidad.

Zaida Lluberes Montás

Lamentamos de manera muy sentida la muerte de la señora Zaida Lluberes Montás, presidenta Ad Vitam del Patronato del Hospital Psiquiátrico Padre Billini, en el cual desempeñó una extraordinaria labor de apoyo con amplia sensibilidad.

Doña Zaida fue asimismo fundadora y presidenta de la rama femenina de la Defensa Civil, con cuyo aliento esa institución cumple misión en la sociedad dominicana.

Doña Zaida era la madre de nuestra colaboradora Norys Sánchez y de Rafael, Zaida, Marisela y Jorge. Y hermana de Salvador Lluberes Montás, Cecilia y Eunice Lluberes.

Nuestra solidaridad con sus familiares.

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