Los protagonistas de una guerra amistosa

Don Gregorio, Nizao. Es como si se tratase de una guerra personal, pero es una simple broma. Él dice que su hijo no ha hecho nada en su corta estancia en el béisbol. Su vástago piensa todo lo contrario. Esa es la relación padre…

Don Gregorio, Nizao. Es como si se tratase de una guerra personal, pero es una simple broma. Él dice que su hijo no ha hecho nada en su corta estancia en el béisbol. Su vástago piensa todo lo contrario. Esa es la relación padre e hijo que existe entre Vladimir Guerrero y Vladimir Guerrero Jr.

Sentados uno al lado del otro en el patio de su residencia en la comunidad de Don Gregorio en Nizao, Vladimir expresa la admiración que siente por su hijo, quien a su corta edad ya disfruta de las “mieles” del profesionalismo. “Dicen que mi hijo va a ser mejor que yo, pero hasta el momento no ha hecho na’”, expresó Vladimir entre risas.

De su lado, Vlad Jr. contradice a su padre, quien militó por 16 temporadas en las Mayores. “Ser mejor que él es mi meta cuando llegue a las Grandes Ligas. A pesar de todo, me siento orgulloso de tener a un padre como él”, apuntó Vladimir Jr., quien fue firmado en 2015 por los Azulejos de Toronto. “Mi padre es un ejemplo a seguir. Es un consejero, pero sobre todo una bella persona”, agregó. De cuerpo corpulento y con trenzas como las que usaba su padre cuando jugaba, la joven promesa expresa no tener prisa en llegar a la meta que el 16 de septiembre de 1996 alcanzó su padre. “Llegar a las Grandes Ligas, ese es mi objetivo”, expuso el novel jugador, quien el 16 de marzo cumplirá 18 años. “Lo que hay que esperar es el momento para hacerlo, sobre todo bien y con Dios por delante espero lograrlo”, agregó, mientras su padre lo observa atentamente.

Durante su estancia en las Menores con el equipo Bluefield en la Rookie League, Guerrero Jr. conectó ocho cuadrangulares y remolcó 46 carreras para los Azulejos.
Culminó con un promedio de bateo de .271 y además se estafó 15 bases. “Me siento orgulloso de mi hijo”, expuso Vladimir. “En principio a él no le estaba yendo muy bien hasta que le dije que se subiera al home. Allí o te lanzan o te la pegan”, agregó. Sostiene que en esta etapa en la que se encuentra su hijo, estuvo atento a cada partido en el que participó, a pesar de la distancia que los separó a ambos. “No perdí ni un momento sus actuaciones. Hubo días en que le fue mal y lo llamaba para corregirle, pero cuando le iba bien también lo llamaba para animarlo y que siguiera echando hacia adelante”, expresó Vladimir.

Sus inicios

Vladimir Jr. relata a elCaribe que desde pequeño fue un apasionado del béisbol gracias a su padre, con quien acudía a diferentes estadios en los Estados Unidos.

“Desde pequeño me gustaba la pelota. Siempre iba a los estadios con mi padre. También me quedaba en el dugout. Todo eso me dio motivo a ser pelotero. Vengo de una raza de buenos peloteros de la cual me gustaría ser parte también”, dijo.

Sostiene que constantemente recibe consejos de su padre con la finalidad de poder trillar un gran camino en el béisbol profesional de los Estados Unidos.

“Me dice que debo ser humilde y que mire la pelota todo el tiempo para que le dé con fuerza. Que juegue mi pelota y que me lo goce”, indicó Guerrero hijo, poseedor de un poder natural y que sigue evolucionando como toletero. Cuando Vladimir Jr. firmó con los Azulejos en 2015, recibió un bono de 3.9 millones de dólares. El hijo mayor de Vlad apenas hizo su debut en los circuitos menores el verano pasado, y comenzó a ganarse los más altos elogios. La revista Baseball America, considerada la “Biblia del béisbol menor”, lo seleccionó como el principal prospecto de los Azulejos de Toronto.

“Seguir trabajando fuerte es mi meta. Tampoco quiero hacer quedar mal a mis padres. Esta es una profesión en donde hasta cualquier lesión te puede sacar de carrera. No quiero que eso suceda en mí. Para eso tengo a mi padre quien me dice cómo hacer las cosas para que todo salga como uno quiere”. dijo.

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