Caliente, caliente

El tema de la Odebrecht y los supuestos sobornos para obtener contratos es, en la actualidad, de los temas principales de conversación en casi todos los núcleos de observadores, analistas y “analistas” que suelen dilectar, muchos de ellos escuchánd

El tema de la Odebrecht y los supuestos sobornos para obtener contratos es, en la actualidad, de los temas principales de conversación en casi todos los núcleos de observadores, analistas y “analistas” que suelen dilectar, muchos de ellos escuchándose a sí mismos, en tertulias y encuentros improvisados, ya rutinariamente, en tardes y noches bohemias de la ciudad de Santo Domingo. Varían los enfoques y las opiniones, con predicciones sobre el porvenir del caso acorde con la visión de quien(es) la(s) haga(n), sin que falten aquellos que lucen profundamente convencidos de que “eso no pasará de ahí”. Lo cierto es que en torno al accionar que se atribuye a la firma brasileña el ambiente está caliente, caliente…

Ligando

Casi tan caliente como el tema de Odebrecht está el de la selección del próximo secretario general de la Liga Municipal Dominicana, lo que está pautado para que se haga en la Asamblea General de Municipios convocada para el próximo día 26, a las 11 de la mañana, en el hotel Sheraton. El lobbismo está a la orden del día de parte de los equipos que promueven a los diferentes aspirantes al puesto: Neney Cabrera, por el PRD; Vicente Ignacio Ditrén, por el PLD; y el actual incumbente, Johnny Jones, sugerido para seguir en el puesto por los reformistas de la disidencia que apoyaron a Danilo Medina en las pasadas elecciones y que están agrupados en el Directorio Presidencial Balaguerista. Todos se están moviendo en diferentes escenarios, aunque a conciencia de que el voto de mayor peso no será precisamente el de los alcaldes, sino el que emane del poderoso Comité Político peledeísta, que me han susurrado será convocado para reunirse el próximo lunes, día 23, justo a tres días de la reunión de la Asamblea que reunirá a los alcaldes para la elección. “El horno no está para galletitas”, me confió un conocedor del lobbismo intenso que está en marcha. Otro, más gráfico, me comentó: “Esto no está apto para cardíacos”. ¡Hummm…!

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