Mis amigos Abigaíl

De mí para Abigaíl Soto, y aún creo que viceversa, ha existido una gran amistad desde hace mucho tiempo. Para mi colega, gran y mejor amigo Abigaíl Peña he abrigado iguales sentimientos desde antes de conocer a Soto, compartiendo incluso jornadas&#82

De mí para Abigaíl Soto, y aún creo que viceversa, ha existido una gran amistad desde hace mucho tiempo. Para mi colega, gran y mejor amigo Abigaíl Peña he abrigado iguales sentimientos desde antes de conocer a Soto, compartiendo incluso jornadas inolvidables de placer y bohemia. Esas razones, entre otras, me impulsan a ser presa de la sorpresa por la reacción del primero ante mi contratación en el Ministerio de Relaciones Exteriores, acción con la que me honra y honra nuestra vieja relación el canciller Miguel Vargas Maldonado, amén de que estoy absolutamente seguro de que sus comentarios en torno al tema en el Show del Mediodía fueron hechos ignorando bajo cuáles condiciones he entrado a realizar una labor especializada, claro está, en el área que domino y en la que me he desempeñado por más de 45 años, alcanzando algunos logros que sirven de aval para que “la dicha” –como dijera Abigaíl Soto- me haya acompañado y permitiera “estar en todos los gobiernos”. Creo que el comentario que me mueve a escribir estas líneas fue injusto no solo en cuanto a mí sino también en calificar como “ingrato” el trato de Vargas Maldonado para con los periodistas perredeístas. Y ellos lo saben. Conozco al hoy canciller desde que mi inolvidable amigo Hatuey De Camps nos presentara en un encuentro amigable. Manejé sus relaciones con la prensa cuando aspiró a ser el candidato a síndico del Distrito Nacional del PRD y atendí a su llamado a acompañarlo, con esas mismas responsabilidades, a la entonces Secretaría de Obras Públicas, entrando y saliendo junto a él de esa cartera. No es verdad que “estaba en otro mundo” en la pasada campaña electoral, ni en las anteriores, pero como bien acuñaron los abigaíles, “el tiempo no da para leer todo lo que dice el papelito”. Entiendo, también parafraseándolos, que “es mejor arriba con presión que abajo con depresión”, pero cada quien tiene su misión. Unos caravanean, otros conceptualizan y dilectan, los hay que son “bocinas” y también existen estrategas. De todas maneras, un abrazo fuerte para Soto y Peña…

Posted in Sin categoría

Más de sin-categoria

Más leídas de sin-categoria

Las Más leídas