Televisión por paga crece en RD pese a las novedades de la Internet

La República Dominicana tiene 90 compañías autorizadas por Instituto Dominicana de las Telecomunicaciones (INDOTEL) para ofrecer servicio de telecable, o televisión por paga.

La República Dominicana tiene 90 compañías autorizadas por Instituto Dominicana de las Telecomunicaciones (INDOTEL) para ofrecer servicio de telecable, o televisión por paga. Estas operan en Santo Domingo, La Vega, Espaillat, Puerto Plata, Montecristi, Barahona, El Seibo, Monte Plata, La Altagracia, Santiago, San Cristóbal, Dajabón, Hato Mayor, Hermanas Mirabal, Valverde, Independencia, San Juan de la Maguana, Azua, Elías Piña, María Trinidad Sánchez, Independencia, Samaná, Peravia, Sánchez Ramírez, Duarte, San José de Ocoa, Santiago Rodríguez, Bahoruco, Monseñor Nouel y Pedernales.

En este universo se reparten 719,241 suscriptores, de los cuales 362,168 pertenecen a Claro; 139,473 cuentas son de la marca Telecable (del Grupo Altice que fusionó Tricom y Orange); 56, 101 están suscritos a la Corporación Satelital Novavisión Dominicana, o Sky; 45,523 a Aster; y Wind Telecom con 35, 649, siendo éstas las cinco compañías principales del país.

En los últimos cinco años, este servicio ha experimentado un incremento significativo en el número de suscriptores. Por ejemplo, en el 2012 existían 423,838 cuentas de televisión restringidas o por suscripción (cable, IPTV, satélite o inalámbrica), para el 2015 creció a 674,847 y, de acuerdo al último levantamiento realizado por el INDOTEL, en el 2016 se registran 719,241.

Los costos del servicio varían según las combinaciones de canales que se realicen, y oscilan entre RD$ 700 y 2,000 pesos. Un valor determinante a la hora de hablar de las conexiones ilegales. Según explicó a elCaribe el director general de MT Group, Jorge Álvarez, en el marco de la conferencia del TTV Summit Tour Antipiratería 2016, en la República Dominicana hay un 17,5% de hogares con servicios ilegales, lo que correspondería, aproximadamente, a 173,837 conexiones irregulares.

Agregó que el costo básico por suscripción es un mínimo de RD$ 690 (15 dólares), generando pérdidas de 2, 595,000 de dólares mensuales y de US$ 31, 146,000 al finalizar el 2016.

El futuro en las manos del usuario

Como se evidencia, el negocio del telecable o televisión por paga en República Dominicana es un mercado que estadísticamente crece cada año, pero, según expertos, esto no será por mucho tiempo.

Para el ingeniero en Electrónica y Telecomunicaciones, Hiddekel Morrison, “la desaparición (de este servicio) ya la estamos viviendo y aunque los distribuidores han querido evolucionar y combinar sus servicios yo proyecto que no pasarían más de 10 años para que ese concepto termine definitivamente de desaparecer, y van a pasar de ser compañías de televisión paga a compañías que ofrecen aplicaciones”.

Según explicó, el sistema de televisión por cable, en su fase originaria, consistía en la recepción de una diversidad de canales de televisión cuyo valor agregado y atractivo eran los internacionales. Esos canales se organizaban y empaquetaban a través de las compañías. Así funcionó durante varios años hasta que el internet empezó a abarcar mayores mercados provocando que este sistema televisivo pierda público.

Además del cambio de la terminología, ya no se denomina “televisión por cable”, sino “televisión paga” debido a que el servicio se realiza por fibra óptica, parábolas, entre otros. Morrison destacó dos aspectos: contrario a lo que se piensa, la cantidad de usuarios por suscriptores es una minoría actualmente, y el auge del internet, por las mismas facilidades y comodidades que ofrece, se ha vuelto más abarcador.

“Ya el contenido se obtiene por YouTube, de forma diferida, y ya cada día pierde interés tener que pagar por ese tipo de servicios, y ha hecho también que las empresas tengan que diversificarse, han ido adaptando los servicios que ofrecen. En la República Dominicana se ha dado también un fenómeno muy interesante, y es que hay cableras que brindan ese servicio a los ciudadanos de una demarcación específica y ofrecen canales solo de esa provincia”, manifestó.

Además de plataformas como YouTube, que es gratuita, existen otros servicios pagados como Netflix que vienen a restarle interés al telecable, debido a que agrupan lo que en su época dorada constituía el mayor atractivo de los canales internacionales, las películas.

Morrison denominó dicha plataforma como “cable killer”, y aseguró que las nuevas generaciones no ven canales de televisión ni contenidos mientras se transmiten, sino que prefieren buscar contenido online.

Esto ha provocado que con el paso del tiempo las compañías empiecen a agrupar y combinar los servicios en voz, data y video para ofrecer telecable, telefonía e internet y no perder vigencia.

Sin embargo, existen aún elementos que mantienen la diferencia aliándose con la misma tecnología que poco a poco los saca del mercado, y es la buena calidad del contenido que a diferencia de lo que se consume vía internet exige cierto ancho de banda.

“Ya los televisores son computadores y por eso está desapareciendo la televisión por cable porque ahora es un gran computador que al ser ‘inteligente’ ya tú no te limitas solo a lo que las compañías te ofrecen”.

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