Danilo ha evitado la palabra corrupción en sus discursos

A poco más de seis meses de haber asumido su segundo periodo de Gobierno, el presidente Danilo Medina se dirige hoy a una nación que aguarda con impaciencia por respuestas a temas puntuales como la corrupción, la inseguridad y el desempleo.

A poco más de seis meses de haber asumido su segundo periodo de Gobierno, el presidente Danilo Medina se dirige hoy a una nación que aguarda con impaciencia por respuestas a temas puntuales como la corrupción, la inseguridad y el desempleo.Aunque en las cuatro veces que ha rendido cuentas al país el jefe de Estado se ha ceñido a cumplir con el mandato constitucional que le ordena hacer una relación de sus principales ejecutorias en materia de administración presupuestaria, financiera y de gestión, Medina también ha aprovechado el escenario de la Asamblea Nacional para tocar temas controversiales, como cuando emplazó a la minera Barrick Gold a renegociar el contrato de explotación de Pueblo Viejo, el conflicto haitiano o el fraude inmobiliario de Bahía de las Águilas.

Al margen de eso, todos sus discursos han contenido prácticamente los mismos tópicos, en concordancia con su programa de Gobierno: los avances de la denominada “Revolución Educativa”, tras la aplicación del 4% del PIB a educación, el Plan Nacional de Alfabetización; las visitas sorpresa, los pasos dados para solucionar el problema eléctrico, a través de la construcción de las plantas a carbón de Punta Catalina y la pospuesta firma del Pacto Eléctrico; el combate a la pobreza y una relación de las obras de infraestructura construidas.

Corrupción y transparencia

Sobre corrupción y transparencia, un tema reclamado con insistencia en esta oportunidad por varios sectores de la sociedad civil y partidos de oposición, tras destaparse el escándalo de Odebrecht, que envuelve la entrega de sobornos de US$92 millones a funcionarios, cuyos nombres no han sido revelados, ha sido poco lo que el mandatario ha dicho en sus rendiciones de cuenta.

El 27 de febrero de 2013, seis meses después de asumir la Presidencia, Medina sólo dijo que su Gobierno estaba comprometido con el comportamiento ético y el respeto a la ley, y un año después anunciaba la creación de las comisiones de veeduría ciudadana en ministerios, cuerpos de seguridad y otros organismos públicos con la tarea de terminar con “las prácticas opacas y encauzar a la República Dominicana por la senda de la modernización administrativa y la transparencia”.

Asimismo, habló de la transformación del sistema de compras y contrataciones públicas con la participación de pequeños y medianos empresarios, en igualdad de condiciones y sin privilegios.

Al año siguiente, el mandatario habló de la creación de la Cuenta Única del Tesoro y reiteró haber democratizado y transparentado las obras públicas, con la instalación del modelo de sorteos abiertos y transparentes, lo que supuso la adjudicación de obras del Estado a miles de ingenieros y arquitectos y la eliminación del monopolio de las grandes constructoras.

“Todas estas iniciativas de transparencia y muchas otras prácticas que se están incluyendo en el quehacer diario de nuestras instituciones, están transformando profundamente la forma de trabajar de nuestros servidores públicos”, señalaba el jefe del Ejecutivo, tras asegurar que la transparencia no sería una traba para los funcionarios, sino más bien un puente.

En el último discurso de rendición de cuentas de ese cuatrienio, Medina apelaba al optimismo de los dominicanos, argumentando que había comenzado una era de cambios en el país. “De escuelas llenas, de hospitales nuevos, de campos sembrados y de comida en la mesa”.

Sólo en esa rendición de cuentas mencionó la palabra corrupción. Dos veces para ser exactos.

El presidente aseguraba ante los miembros de la Asamblea Nacional que finalizaba su primer mandato dando seguimiento, con rigidez a las compras y pagos del Gobierno, buscando la máxima transparencia y honestidad. “Todo eso es cerrar puertas a la corrupción y abrir paso a la transparencia y la eficiencia públicas”.

Insistió en que no era un camino fácil, pues cuando se cerraba una puerta, el que quería hacer el mal hallaba otra, pero que nunca cejarían en su empeño.

“Con estas y otras medidas seguiremos avanzando, cada día un poco más, en nuestra buena batalla contra la corrupción y la impunidad, tal como está solicitando el pueblo dominicano”.

Precisamente, ese es el pedido que hace el colectivo Marcha Verde, que movilizó a mas de 100 mil personas el pasado 22 de enero.

Pidió en 2012 “no tirar piedras hacia atrás”

El 27 de noviembre de 2012, al arribar a sus primeros cien días de gestión, Medina se dirigió al país a través de una cadena de radio y televisión asegurando que impulsaría un gobierno moral, sin abusos y sin privilegios, en el que cualquier funcionario que no cumpliera con un Código de Pautas Éticas sería destituido sumariamente y respondería de sus actos ante la justicia. Pidió a los ciudadanos, especialmente a los jóvenes a no perder tiempo en lanzar piedras hacia atrás y a mirar el futuro con esperanza sin revanchismos.

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