Independencia: hecho histórico mal contado

El profesor Bosch sugirió celebrar el 28 de febrero, porque fue la mañana de ese día que se produjo la proclamación de la Independencia Nacional (Charla radial recogida por El Nacional, 27 de febrero 1971, pág. 11-12).

El profesor Bosch sugirió celebrar el 28 de febrero, porque fue la mañana de ese día que se produjo la proclamación de la Independencia Nacional (Charla radial recogida por El Nacional, 27 de febrero 1971, pág. 11-12).
Inicia diciendo: ‘’Desde los primeros tiempos de la República nos hemos acostumbrado a celebrar su nacimiento el 27 de febrero de cada año a partir de las primeras horas del día. Y la verdad es que fue a las 10 de la noche del 27 de febrero de 1844 cuando comenzaron a reunirse… Fue después de las 10 cuando Mella disparó su célebre trabucazo. Debe haber sido cerca de las 12 cuando el hijo del presidente haitiano disparó unos tiros de pistola. Era ya en la madrugada del día 28 cuando sonaron otros tiros disparados desde Pajarito…’’.

Agrega : ‘’En realidad, nosotros deberíamos celebrar el nacimiento de la República los 28 de febrero, pues lo que comenzó en la noche del 27 fueron los preparativos para tomar la ciudad de Santo Domingo; pero la separación de Haití empezó verdaderamente en la mañana del día 28…’’

Así fue, los patriotas se dieron cita en la Puerta de la Misericordia (o Portón o Puerta Grande o Puerta de la Sabana). Esta puerta “fue tapiada (cerrada) por los franceses en 1808, al poner sitio a la ciudad el brigadier Sánchez Ramírez. Estuvo tapiada hasta el 1886…’’ (“La Misericordia y sus Contornos’’, pág. 24, Francisco Veloz M.’’).

El nombre de Puerta de la Misericordia se adopta porque la Catedral metropolitana sufrió grandes daños agrietándose, lo que obligó al arzobispo Portes a levantar el 11 de mayo de 1842, “una tienda de campaña, donde se llevó el Santísimo Sacramento…’’; poco después se construyó una ermita en madera, en la calle Espaillat esquina Misericordia (hoy arzobispo Portes) (Idem).

La zona estaba llena de maleza y escasísimamente habitada. La Puerta de la Misericordia por despoblada y situada dentro de la muralla, se escogió para los patriotas reunirse después de las 10 de la noche. Sonaron disparos y cañonazos en la noche, pero sin enfrentamientos (J.G. García). Al amanecer subieron a la Puerta del Conde.

El cónsul de Francia en Santo Domingo, Juchereau de Saint-Denis, fue invitado a mediar por el general haitiano Desgrottes con los patriotas. Este general no confiaba en los hombres de su ejército, puesto que los regimientos 31 y 32 lo componían dominicanos.
El cónsul, testigo mediador, en memorándum a la Cancillería francesa narra acontecimientos importantes (Rodríguez Demorizi, “Correspondencia del Cónsul de Francia en Santo Domingo’’. 1944, pág. 23). Dice: “ A eso de las siete de la mañana, el general Desgrottes, comandante de la plaza de Santo Domingo, después de la reciente muerte del general (sic) de división Pablo Aly, decidió enviar un parlamentario a los insurgentes, cuyo número y cuyos proyectos ignoraba…teniendo asimismo poca confianza en el buen éxito de una defensa desesperada, inútil y aun imposible con su débil puñado de hombres que permanecían fieles a su bandera’’.

Los términos de la capitulación se acordaron cayendo el sol del 28 de febrero. La historia se hace a veces difícil de reconstruir, mucho más para precisar una fecha como esta. Pero el historiador José Gabriel García y el cónsul francés, dan la razón a Bosch.

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