Un 8 de marzo esperanzador

Santo Domingo, R-D. El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se conmemora en muchos países del mundo la lucha de las mujeres por mayor participación en la sociedad para lograr la igualdad y equidad en su desarrollo como seres humanos con derechos&

Santo Domingo, R-D. El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se conmemora en muchos países del mundo la lucha de las mujeres por mayor participación en la sociedad para lograr la igualdad y equidad en su desarrollo como seres humanos con derechos y deberes constitucionales. Constituye un reconocimiento a las luchas que han librado las mujeres en diferentes momentos históricos, en su diversidad étnica, lingüística, cultural, económica, política, de credo, que sin importar fronteras, se unieron desde la década de los años 90, en pro de la igualdad, la justicia y la equidad en su desarrollo. Lo celebran todas las mujeres por igual sin distingo de clase social.

La historia de esta fecha comienza en el siglo 19, en el mundo industrializado; se conmemoró  el 28 de febrero de 1909, el primer Día Nacional de las Mujer en Estados Unidos, por iniciativa del Partido Socialista de esta nación, lo que motivó a seguir celebrando la fecha el último domingo el febrero hasta el año 1913. El 11 de marzo de 1911 se conmemora por primera vez en Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza.

La Carta de las Naciones Unidas, firmada en 1945 fue el primer acuerdo internacional para afirmar el principio de igualdad entre mujeres y hombres. Desde entonces se han establecido estrategias, programas, normas, planes y objetivos, tendientes al logro del desarrollo sostenible, la paz, la seguridad y pleno respeto a los derechos humanos.

En 1952 la ONU instituyó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, fecha que nace de la lucha contra la opresión del sistema capitalista y patriarcal, cuyo ejemplo protagonizaron las obreras textiles de Nueva york, el 8 de marzo de 1857, con una huelga y manifestaciones en las calles exigiendo el derecho al trabajo y condiciones laborales dignas; el 8 de marzo de 1908 obreras textiles de la fabrica Cotton demandaron en las calles jornada de 8 horas, abolición del trabajo infantil e igualdad del voto para la mujer; 129 obreras que permanecieron en la fábrica fueron vilmente masacradas en el incendio provocado por sus patronos y la policía, reprimiendo sus reclamos. El 8 de marzo de 1910, por iniciativa de la alemana Clara Zetkin, en la Conferencia Internacional de Mujeres celebrada en Dinamarca, más de 100 delegadas de 17 países aprobaron  realizar cada año una manifestación internacional unificada por los derechos y libertad de la mujer.

En 1975, con ocasión del Año Internacional de la Mujer, las Naciones Unidas celebraron por primera vez el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, y adoptó una Resolución estableciendo un Día para los derechos de las mujeres y la paz.

Posteriormente, fue definida una histórica agenda que permitiría  concretizar las acciones hacia el logro de los derechos de las mujeres; esta agenda está contenida en la Declaración  de la Plataforma de Beijing, firmada por 189 gobiernos, en 1995.

A esta agenda se suma los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio para las mujeres y las niñas, aspectos en los que se ha avanzado en estos últimos años, aunque quedan muchos retos pendientes.

Cada año la ONU-MUJERES define un tema para la conmemoración, este año es “Las mujeres en un mundo laboral en transformación: hacia un planeta 50-50 en 2030.” Este tema constituye un gran desafío ante los retos que deben afrontar las naciones, en el contexto de la globalización y los avances tecnológicos, que si bien son oportunidades, existen debilidades en países como el nuestro  que no permiten avanzar equitativamente, como es la desigualdad laboral que todavía persiste, pese a los grandes esfuerzos del presidente Danilo Medina y el Superior Gobierno y las políticas públicas concernidas, así como la voluntad de diálogo con el sector empresarial y sindical.

Si partimos de las estadísticas iniciales veinte años atrás podemos afirmar que la situación de la mujer en República dominicana ha dado un giro importante en cuanto a acceder a oportunidades laborales,  electivas, académicas, su inserción en la sociedad y posicionamiento. La brecha de género es amplia, a nivel mundial, por ejemplo, el 50% de las mujeres en edad de trabajar están representadas en la población activa frente al 76% de hombres. En nuestro país, la población femenina (de acuerdo al último censo) es 50,17% y 49,83% de hombres; según la ONE, la tasa de ocupación de la mujer alcanza el 66,3%, de hombres el 81,3%, alcanzando la desigualdad laboral el 21%; y el salario de las mujeres es 24% menor al de los hombres en igual puesto de trabajo (OPD-FUNGLODE).

Como podemos ver la brecha de género es amplia, y al reconocerlo, es necesario reorientar las políticas públicas y el gasto, de forma más eficaz y efectiva, de modo que el país, calificado por organismos internacionales, en aspectos como el crecimiento económico, entre los mejores, se coloque en la postura y nivel de cumplimiento con la agenda 2030, especialmente en los objetivos específicos para las mujeres y las niñas, en este caso.

El Día Internacional de la Mujer, y cada día del año, en República Dominicana debemos recordar, reconocer y emular el ejemplo de todas las mujeres que con importante participación como históricos sujetos sociales en los procesos de lucha y definición de la nación, que han aportado al avance por la igualdad, la equidad, la democracia, la libertad, el respeto a los derechos humanos, la defensa del medio ambiente, la producción del campo, la construcción de valores humanos, y una nueva cultura de paz. Entre ellas, reconocemos a María Trinidad Sánchez, Juana Saltitopa, Evangelina Rodríguez, Salomé Ureña, Socorro del Rosario Sánchez, Abigaíl Mejía, Ercilia Pepín,  Florinda Soriano (Mamá Tingó), Hilda Gautreaux,  Las Hermanas Mirabal, Aniana Vargas, entre otras; y con ellas a todas las mujeres de nuestro Movimiento Izquierda Unida, del país, del continente y del resto del mundo.

El empoderamiento de la mujer sigue siendo un tema central en estos esfuerzos individuales y colectivos para afrontar los desafíos  en todos los órdenes. Es la tarea pendiente.

“Si partimos de las estadísticas iniciales veinte años atrás podemos afirmar que la situación de la mujer en sentido general y en República Dominicana ha dado un giro importante en cuanto a acceder a oportunidades académicas, laborales, electivas, Estaduales, en su inserción en la sociedad y posicionamiento.” Miguel Mejía, secretario general.

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