Estudio de suelo: vital para mejorar el uso de fertilizantes

La agricultura moderna no es solo un modo de vida. Es un sistema donde, a la hora de tomar las decisiones, es fundamental considerar todos los aspectos técnicos y económicos que engloba la plantación. En eso coinciden diversos entendidos en la materia.

La agricultura moderna no es solo un modo de vida. Es un sistema donde, a la hora de tomar las decisiones, es fundamental considerar todos los aspectos técnicos y económicos que engloba la plantación. En eso coinciden diversos entendidos en la materia.Significa que hasta para fertilizar el suelo se requiere conocerlo muy bien. Eso se logra estudiándolo.

La ingeniera agrónomo Isabel Molina Sánchez asegura que el suelo es el hábitat que soporta y sustenta plantas y organismos. “También es el almacén de donde extraen el agua, el aire y los nutrientes que precisan para su desarrollo. El conocimiento del suelo, desde un punto de vista físico, biológico y químico, resulta imprescindible”, asegura.

Desde su punto de vista, gracias a ese conocimiento se puede conseguir aportar la dosis adecuada de fertilizante, lo que implica que sólo se aplicará al suelo la dosis que la planta realmente necesita, consiguiendo un ahorro económico y una reducción del impacto ambiental. Asegura que de esa forma también se evita la acumulación y contaminación que provoca el uso excesivo de abonos y se evita deficiencias entre nutrientes.

Agrega que a la vez se puede aumentar la productividad y calidad de las cosechas y la rentabilidad del agricultor.

De acuerdo con la publicación internacional “Vida Rural” el mantenimiento de una capa superficial del suelo rica en nutrientes, es reconocido como una necesidad para preservar la sustentabilidad de los cultivos y mantener la fertilidad del suelo. Vida Rural sugiere que en siembra directa hay que adaptar la forma de fertilizar, sobre todo con el abonado de fondo, ya que al no labrar, no se entierra, con lo que puede aumentar la volatilización de algunas sustancias como la urea o compuestos amoniacales.

De igual forma cambia la estrategia con el abonado fosfórico. Este nutriente es menos móvil con el agua que los nitratos y tiende a estratificarse con el tiempo, acumulándose en el horizonte superficial, por lo que el empleo de fertilizantes de arranque, así como incorporarlo en la siembra junto a la semilla en la línea de siembra o paralela a ella pueden ser alternativas viables.

El productor de arroz Oliverio Espaillat Bencosme asegura que la investigación del suelo es básica para los cultivos. “No podemos prescindir de eso”, plantea. “Los rendimientos van de manera proporcional con ella”, agrega.

Espaillat Bencosme refiere que un cultivo bien fertilizado garantiza rendimiento. “Pero si usted no lo cultiva es como un niño… si no come bien no podrá crecer bien y con frecuencia se enfermará”, dice el productor.

Verlos caso por caso

Los suelos pueden ser diferentes, lo que indica que a veces deben analizarse de manera distinta. El análisis es como una referencia, como un guía. “Pero usted tiene que ir observando el cultivo en su desarrollo. Cuando se inicia una finca por primera vez, el análisis le dará la referencia de lo que hay en el suelo”, asegura Espaillat Bencosme.

Algunas de las recomendaciones que ofrecen los expertos incluyen limpiar la superficie del terreno; que las sub-muestras tengan el mismo volumen y se saquen de la misma profundidad. Muestrear la capa arable y codificar e identificar cada muestra compuesta.
La guía agrícola denominada “Agrobanco” plantea que son muchos los casos que pueden conducir a la necesidad y uso de un análisis de suelo, ya sea con fines de producción, estudio o exploración.

Las inundaciones suelen dar paso a males peores

Un elemento que puede tornarse dañino para los terrenos son las inundaciones, porque suelen producir un efecto pocas veces tomado en cuenta cuando se analiza el tema. Tiene que ver con el suelo y la capa vegetal. Generalmente, las informaciones ofrecidas cuando hay riadas giran en torno a las tareas afectadas y las plantaciones derribadas. Pero esas inundaciones pueden dar paso a condiciones tanto favorables al suelo agrícola como desfavorables. Cuando las condiciones son desfavorables afectan la inversión.

Condiciones que se dan para que haya sedimento

En territorios como la zona bananera de Mao y Montecristi (noroeste de República Dominicana), en los lugares donde hubo inundación a finales de 2016 pero no hubo corriente, queda entonces una capa nueva de sedimento por encima del suelo anterior. En ese caso, no hay erosión del suelo en la plantación de banano. Mientras más oscuro es el suelo, mayor cantidad de materia orgánica posee. Hay lugares donde el río erosiona cuando inunda y el material erosionado en un lugar lo deposita en otro como sedimento.

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