¿Qué hacer?

En otros tiempos, es probable que a esta ola de violencia le hubiésemos encontrando una lógica conspirativa. Un plan de los contrarios para dañar al Gobierno. Era una fórmula simple que no requería de acertijos para descubrir la realidad. Ahora&#8230

En otros tiempos, es probable que a esta ola de violencia le hubiésemos encontrando una lógica conspirativa. Un plan de los contrarios para dañar al Gobierno. Era una fórmula simple que no requería de acertijos para descubrir la realidad. Ahora todo es más complejo. Cada media hora puede ocurrir un atraco. En un asalto por un objeto simple pueden matar a las personas. No existen zonas de exclusión territorial. La sensación de que todos podemos ser atracados o asesinados es general. Ninguna autoridad ya se atreve a discutir tan grave situación. Sería vergonzoso hablar ya de “percepciones”. La vida es una pesadilla. La delincuencia es demasiado extendida. Y no sabemos qué hacer.

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