“La poesía es la más humilde y la más olvidada de las artes”

El poeta argentino Alejandro Guillermo Roemmers presenta en República Dominicana su antología España en mí y otros poemas. Previo a su encuentro de esta noche, a las 7:30 p.m., en el salón Aida Cartagena Portalatín de la Biblioteca Nacional,…

El poeta argentino Alejandro Guillermo Roemmers presenta en República Dominicana su antología España en mí y otros poemas. Previo a su encuentro de esta noche, a las 7:30 p.m., en el salón Aida Cartagena Portalatín de la Biblioteca Nacional, el escritor comparte su visión sobre la poesía, la cual considera como “la más humilde y la más olvidada de las artes”.

¿Qué significa para ti la poesía? ¿Qué te aporta que otras actividades e intereses no son capaces de brindarte?
Para mí, la poesía es una cierta mirada, una forma de mirar la realidad, es una búsqueda interior, partiendo de una búsqueda exterior de belleza, de encontrar la belleza en lo exterior y de ahí reflejarla en lo interior, en lo que termina siendo una búsqueda mística. Podríamos decir que la poesía es un camino místico hacia la verdad, que siempre es cercana a la belleza, la bondad y finalmente una búsqueda de Dios en la creación y, a través de la creación, podemos reflejarnos en ella y encontrar a Dios dentro nuestro.

¿Te es difícil conciliar tu quehacer poético con los exigentes compromisos laborales a que debes responder? ¿Cómo lo haces?
Al concebir la vida como un camino de superación, de evolución y también de servicio al prójimo para, a través de ese servicio, lograr nuestra propia perfección, es decir, sembrando aquello que queremos recibir, la poesía es también una forma de vida, no es sólo la escritura de poemas y la lectura de esos poemas en público o publicarlos, es tratar de vivir poéticamente la vida encontrando la forma de hacer que las distintas situaciones contengan belleza y poesía. Lo anterior no es un problema, porque todo necesita su compensación y la vida de empresa, que finalmente tiene que ser también una vida de motivación de un equipo humano cuando se trata de la dirigencia, también tiene que motivar con valores profundos y espirituales. Por lo tanto, la poesía puede incorporarse en todos los ámbitos de la vida.

En la vida tenemos momentos especiales, por ejemplo, en los viajes, en los aviones, en los aeropuertos, en las madrugadas, en alguna tarde tranquila, de lluvia o cuando algo produce en nosotros un impacto, como por ejemplo un hecho de la vida, algo que vemos o un paisaje. La poesía es en algún punto la cámara de foto que usan otros, es la forma de volcar esa emoción y esa experiencia y para nada se dificulta o se contrapone con la actividad empresarial.

¿Cómo definirías la clase de poesía a la que te consagras? ¿Pertenece tu lírica a una escuela o corriente poética específica?
Nunca me pensé dentro de una corriente literaria. Podríamos decir que siempre fui de escribir como me salía, a partir de mis experiencias, de mis vivencias, nunca asistí a talleres literarios, es decir, realmente empecé escribiendo y luego más adelante leyendo poesías, así que mi poesía es muy personal, es una poesía que tiene que ver con las vivencias, es decir, es existencial, surge de hechos concretos vividos, y finalmente diría que, si bien en sus formas es una poesía clásica, es asimismo actual en su contenido y sobre todo creo que podría definirse como una poesía espiritual, hasta incluso por momentos un poco mística. Toda mi poesía es una búsqueda de Dios y es, a su vez, una forma de iluminar el mundo y transmitir la fe, una forma de concebir el mundo con fe, como perteneciente a un plan divino.

En una época como la nuestra, en la que, a nivel mundial, se lee poca literatura de calidad y aún menos poesía, ¿por qué insistir en pergeñar poemas?
Es cierto que en nuestros días la poesía es la más humilde y la más olvidada de las artes, pero para mí es importante; en primer lugar, porque escribo por una necesidad interior, hago mi propia búsqueda, mi propia catarsis, disfruto pudiendo componer con las palabras un poema; y en segundo lugar, porque cuando tengo oportunidad de compartir la poesía y lo hago – y he tenido auditorios de cientos de personas – realmente noto que la gente disfruta mucho, entra en un clima, en una comunicación que tiene mucho de meditación espiritual colectiva, uno se adentra en una comunicación absolutamente distinta que la que se puede sostener en otro tipo de lenguaje, y en esa comunicación nuestros espíritus se encuentran y las personas luego me abrazan y me transmiten su cariño y agradecimiento en una forma muy especial. En otras palabras, la poesía me permite una comunicación de gran cercanía, de gran intimidad y calidad con las personas y por eso sigue siendo importante en mi vida; no depende de modas porque, si bien la poesía no tiene precio, sí tiene un gran valor.

¿Ha habido una evolución en cuanto a temas, lenguaje y propósito estético, en tu trayectoria poética desde que salió de la imprenta tu primer poemario Soñadores, soñad, hasta esta fecha en que publicas la antología España en mí y otros poemas?
Sí, creo que ha habido una evolución, al menos por lo que dicen los críticos, una evolución positiva, pero yo la interpreto como una evolución que no tiene una disrupción. Es como una subida continua, porque trato los grandes temas de la existencia y así fue en mi obra desde un principio: la naturaleza, los paisajes, el amor, el sentido de la vida y la muerte. Considero que no hay un cambio, pero sí hay una evolución tal vez en cuanto a profundidad a raíz de la vida, es decir, es la vida misma la que hizo que tanto el lenguaje y la forma de abordarlos hagan que esos temas logren otra resonancia, pero hablaría, eso sí, de una continua evolución dentro de una misma personalidad, porque creo que justamente en el libro España en mí y otros poemas, donde prácticamente hay un compendio de toda mi poesía, se puede notar la estrecha conexión entre mis primeros y últimos poemas, así como los intermedios; se nota una voz, creo que mi poesía es reconocible, tiene una voz particular y que no ha cambiado. No adherí nunca a ningún tipo de corriente, ni quise copiar estilos, fui yo mismo, con la evolución de la vida y de las circunstancias, y lo sigo siendo. 

Su estilo
Nunca me pensé dentro de una corriente literaria. Podríamos decir que siempre fui de escribir como me salía, a partir de mis experiencias”.

Personal
Mi poesía es muy personal, es una poesía que tiene que ver con las vivencias, es decir, es existencial, surge de hechos concretos vividos”.

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