La salsa sinfónica de Aymeé Nuviola y Rey Ruiz se adueña del TN

Acompañados de la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo, dirigida por el maestro Amaury Sánchez, los cubanos Aymeé Nuviola y Rey Ruiz presentaron un repertorio de 15 temas a ritmo de salsa sinfónica, en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional.

Acompañados de la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo, dirigida por el maestro Amaury Sánchez, los cubanos Aymeé Nuviola y Rey Ruiz presentaron un repertorio de 15 temas a ritmo de salsa sinfónica, en la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional.En una noche en la que el romanticismo fue el máximo protagonista, la también actriz cubana logró conquistar a la poca audiencia que se dio cita al concierto con sus interpretaciones y espontaneidad que, además, provocó algarabía en más de una ocasión con sus chistes de manera orgánica.

Los artistas se paseaban por el escenario desde el bar simulado para la ocasión, en el extremo izquierdo, hasta el piano que fue colocado al otro lado especialmente para Nuviola. Interpretando temas como “Luna negra”, “si te pregunta”, “Bemba colorá”, “Espacio” y “Si te preguntan”, entre otros.

Acompañados de, además de Sánchez, aproximadamente 50 músicos y tres coristas, Aymeé Nuviola cantó a su patria con el tema “La tierra del olvido” y, en dúo con Ruiz, a la dominicana, con “Como abeja en el panal” de Juan Luis Guerra. “Es una gloria de todos los latinos”, expresó Nuviola al presentar el tema del cantante dominicano.

Rey Ruiz aprovechó para dedicar la presentación a las madres dominicanas, y en especial a la suya, Milagros Santiago, quien celebraba su cumpleaños en la primera fila de la sala. Además, se declaró “fan” de “La sonera del mundo”, Nuviola, revelando un t-shirt negro con su imagen que llevaba debajo de su traje.

Al repertorio de “A lo grande: Aymée Nuviola y Rey Ruiz Sinfónico” se sumaron otros temas como “Me equivoqué”, “Piano”, “Lágrimas negras”, “No me acostumbro”, “Mi media mitad” y “Amiga”, con la que se despidieron”, entre otras.

La presentación estuvo cargada de romance, picardía, chistes y anécdotas de amor y desamor.

“Me encanta la República Dominicana porque fue y ha sido el primer país en darme apoyo cuando salí de Cuba”, dijo Ruiz al despedirse.

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