Pagos por Servicios Ambientales: una vía para proteger cuencas

Para República Dominicana y para cualquier país del mundo contar con agua suficiente tiene un valor fundamental. En esa parte, quienes producen o hacen agricultura en las montañas y laderas de los ríos o en cualquier parte deben ser vistos y tomados&#

Para República Dominicana y para cualquier país del mundo contar con agua suficiente tiene un valor fundamental. En esa parte, quienes producen o hacen agricultura en las montañas y laderas de los ríos o en cualquier parte deben ser vistos y tomados en cuenta como “aliados”.Una forma de motivar y guiar esos aliados hacia la protección de la tierra son los Pagos por Servicios Ambientales (PSA). En el país el mecanismo piloto (experimento) de PSA lo están encaminando tres entidades, con refuerzo de otra, en la cuenca del río Yaque del Norte. Se trata del Ministerio de Medio Ambiente, que es el organismo sombrilla, por ser ente rector del medio ambiente y los recursos naturales; la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID) y la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan). De otro lado, ha estado el apoyo de la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ). Entre todas se firmó un acuerdo para implementar el proyecto en el que se establece el aporte de los recursos económicos para la implementación de la iniciativa.

“El proyecto no se ha descontinuado, sino que se ha renovado cada cuatro años. La última renovación fue en junio del año pasado. Tiene una vigencia hasta el año 2021. “El viernes sostuvimos una reunión con beneficiarios, en la comunidad Los Dajaos, de Jarabacoa, a los que se les venció el primer ciclo de contrato”, explica Sol Teresa Paredes, encargada del Programa de Pagos por Servicios Ambientales del Ministerio de Medio Ambiente. Los recursos con los que se paga a los propietarios de los terrenos, de bosques o sistemas agroforestales, específicamente café, provienen de los aportes que realizan las tres instituciones citadas más arriba.

El ensayo que se realiza en la cuenca del Yaque del Norte pudiera ser replicado en otros lados del país en el futuro. A eso aspira el Ministerio de Medio Ambiente, dice Paredes. En el país existe un marco legal, que es la ley 64-00 (de Medio Ambiente y Recursos Naturales) y la Ley de Áreas Protegidas, donde se señala y reconocen los servicios ambientales. En adición, hay un proyecto de ley que duerme “el sueño eterno” en el Congreso de la República desde el año 2009-2010. Si se aprobara, garantizaría los recursos para implementar sin problemas el instrumento de conservación en las distintas cuencas del país, calcula la encargada del Programa PSA.

El expresidente y miembro actual de la Confederación Cafetalera Dominicana (Concafed), Rufino Herrera, reconoce que hay ejercicios pilotos en la cuenca del Yaque del Norte, pero a la vez plantea que el PSA debiera abarcar un radio mayor. “El café ha desaparecido; es el 10 o el 15 por ciento de lo que era antes. No hay los recursos que se requieren para mejorar las áreas. Es por eso que los incentivos son importantes”, expone.

Y agrega: “Al desaparecer los cafetales los agricultores se cambian a la producción de rubros de ciclo corto y entonces labran la tierra generando erosión y poniendo en peligro las cuencas de los ríos”. Según los cálculos de Herrera, Antes, el país recibía unos 80 millones de dólares por exportación de café. Actualmente apenas capta entre 10 y 12 millones. “Es un problema social”, dice el caficultor. Cuando elCaribe le pregunta a la funcionaria de Medio Ambiente sobre los recursos que han llegado como PSA, calcula que se ha logrado involucrar a unos 57 beneficiarios de la cuenca, que protegen un área de 34,127 tareas, tanto de bosques como de sistemas agroforestales (café). Se ha hecho una inversión para el pago por conservación de 10 millones 884 mil pesos desde el año 2011 a la fecha. “El gran reto era lograr implementar el proyecto porque aunque existía un marco legal no teníamos la experiencia para eso. El proyecto ha permitido que se haya generado la experiencia de cómo hacerlo y lo que se requiere. En esta fase a lo que aspiramos es a que el proyecto sea ampliado, con la inclusión de otras áreas y beneficiarios”.

¿Cómo se hacen los pagos?, le pregunta este diario a la funcioaria medioambiental. Se paga por conservación del bosque, cuando está en un área de importancia para la protección del agua. Hay los criterios técnicos sobre las áreas priorizadas. “Si tú tienes bosque en áreas que son importantes para la conservación del agua se te paga. De unas diez hectáreas se pagan 2,220 pesos. De 10.1 hectáreas a 20 se pagan 2,146 y así escalonadamente, hasta el que tiene más de 100 hectáreas, que se le paga 1,480 por hectárea. Se establecen contratos anuales y el pago se hace cada seis meses. Los contratos son validados por la Contraloría General de la República. Luego de eso se len paga mediante cheque a cada beneficiario”, dice.

Existen dos modalidades de PSA, que son: por bosques y por sistemas agroforestales, específicamente café con sombra. Por este último el pago es menor, tomando en cuenta que el caficultor tiene ingresos por concepto de producción de café, como tal, a diferencia del que tiene bosque, que apenas recibe el incentivo que se le da por la conservación del mismo. De 0.5 a dos hectáreas el pago que es de 1,110 pesos; de 2.1 a tres hectáreas se paga 999 pesos y hasta más de cinco hectáreas se paga 740 pesos.
En el área de café se ha incorporado a 3,360 tareas y las personas beneficiarias son 13. En el caso de café se requiere que el caficultor tenga un mínimo de diez árboles de sombra por tarea y unas 3,200 plantas de café por tarea para poder ser involucrado.

La lógica del mecanismo del PSA lo que busca es que quien provee el servicio que se encuentra en la cuenca alta reciba una compensación de parte de los que utilizan el recurso, en este caso, el agua. El gran referente en la región de PSA es Costa Rica, pionero en la implementación de ese instrumento.

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