Se habla mucho del avance de la mujer en los últimos años en todas las índoles de la sociedad, pero esa realidad no es tan palpable en el país, donde todavía persisten bajos números al momento de pasar balance a los logros obtenidos en el plano laboral y más específicamente en puestos de mando y en el sector político.
La situación es evidenciada en un informe presentado por la Oficina Nacional de Estadística -ONE- con el título “Representación de la mujer en puestos de decisiones en República Dominicana”, el cual indica que la participación de las mujeres en los ministerios es “de apenas un 18% frente a un 82% de la masculina.
“Esto equivale a solo cuatro puestos ocupados por mujeres de los 22 ministerios existentes en el país”, aduce.
A esto se le agrega la tendencia existente en la administración pública del país de “designar a las mujeres en cargos relacionados a lo social y de menor rango”, de lo que se desprende que los puestos “claves” en la administración del Estado, como son los relacionados a la seguridad, defensa, políticas económicas y de tomas de decisiones cercanas al Poder Ejecutivo, son dirigidos por hombres siempre.
Esta parte se evidencia en los pocos ministerios que son ocupados por mujeres en el país, a decir: el de Salud Pública y Asistencia Social, el de la Mujer, de la Juventud y el de Educación Superior Ciencia y Tecnología, son los únicos. Altagracia Guzmán Marcelino, Yanet Camilo, Robiamny Balcácer y Alejandrina Germán, son sus titulares en ese mismo orden.
Normalmente en los ministerios de Salud Pública, Educación y puestos relacionados, como el Gabinete Social y planes asistencialistas, el presidente de turno suele nombrar mujeres. En República Dominicana no se nombran féminas como consultoras del Poder Ejecutivo, ni ministras de Agricultura, de Relaciones Exteriores, de Turismo, Defensa, Economía, o cargos de ese estilo que impliquen mandos de poder.
Descansan sobre hombres la titularidad de los ministerios de Defensa, Presidencia, Administrativo de la Presidencia, Obras Públicas, Relaciones Exteriores, Hacienda, Economía Planificación y Desarrollo, Agricultura, Administración Pública, Industria y Comercio, Turismo, Trabajo, Educación, Deportes, Cultura, Energía y Minas y Medio Ambiente.
Parece que sí, pero no…
En el renglón político el estudio presenta un panorama igual de desalentador para las mujeres, pues aunque para las elecciones del 2016, el 44.32% de las candidaturas de todos los cargos correspondieron a mujeres, eso se debió a la obligación de otorgar la famosa “cuota femenina” a la que los partidos están obligados. Y no obstante eso, cuando se profundiza para “ver la paridad de estos puestos, la visión cambia abruptamente, ya que los espacios de mayor importancia siguen siendo ocupados por hombres”, excluyendo a las mujeres de ser elegibles para puestos de dirección que se asocian con el carácter, la autoridad, o que desarrollan megasproyectos.
