De Odebrecht, listas y ofensas

En los últimos días se ha producido un festival de ofensas y descrédito a muchos ciudadanos, funcionarios y personalidades de la sociedad dominicana al ser incluidos en supuestas listas de los presuntos sobornados por la empresa brasileña Odebrecht.

En los últimos días se ha producido un festival de ofensas y descrédito a muchos ciudadanos, funcionarios y personalidades de la sociedad dominicana al ser incluidos en supuestas listas de los presuntos sobornados por la empresa brasileña Odebrecht.

En las redes sociales, que se han convertido en el escenario predilecto de aquellos que les gusta difamar y dañar reputaciones sin pensar en las consecuencias de esos actos dañinos, circulan decenas de listas con nombres de muchos funcionarios y profesionales dominicanos que son acusados, burdamente, de haber sido parte de la trama corrupta de Odebrecht, pero sin presentar una sola prueba y, en muchos casos, presentando unos supuestos documentos de la justicia brasileña, que se ven a todas luces que son fraudulentos.

Esta acción malsana y llena de odio, no está dirigida solamente a gente del gobierno y del PLD, sino que también de manera abusiva se incluyen nombres de dirigentes y congresistas de la oposición, como una forma de darle un poco de veracidad a un hecho lleno de malas intenciones y que su fin principal es hacer daño y llenar de lodo las reputaciones de muchos políticos y profesionales que han sido, o son todavía, servidores públicos o personas que negocian o dan servicios al gobierno.

No creo en ninguna de esas listas. Y condeno de manera firme y decidida esa acción de querer especular y dañar reputaciones. Confío en el trabajo que está haciendo la Procuraduría General de la República para someter a la justicia a los responsables de esos sobornos, pero con expedientes sustentados en pruebas reales, verdaderas, que no permitan que los mismos sean rechazados en los tribunales por su debilidad argumental y probatoria.

La única lista verdadera será aquella que esté sustentada en pruebas, no en especulaciones o en deseos de hacer daño y desacreditar personas. Es cierto que la lentitud de la procuraduría lleva a que esas especulaciones encuentren eco, pero es preferible ser lentos pero firmes y certeros con la demostración de las pruebas, que ser rápidos y alegres para que los expedientes se caigan en las tribunales.

Y de una cosa debemos estar bastantes claros: es con pruebas que deben sustentarse los expedientes. Que un funcionario de Odebrecht juzgado en Brasil diga que fulano o zutano recibió soborno no es una prueba, eso debe demostrarse con precisión, deben investigarse las cuentas de ese funcionario o comerciante dominicano, deben cruzarse las informaciones y darle sustento a la acusación.

Por eso es que la procuraduría se ha tomado su tiempo. No puede ponerse a inventar ni a especular. No debe ni puede dar listas de ninguna especie hasta que no tenga bien documentados los expedientes, y tome las decisiones precisas para someter a la justicia a los que les encuentre indicios de culpabilidad basados en pruebas fehacientes y comprobables. Ese es y debe ser el camino correcto. Y en ese sentido es que debemos exigirles.

No crean en ninguna de esas listas llenas de odio, de deseos de hacer mal y de dañar reputaciones. Y si usted sabe de alguien que está haciendo o difundiendo esas listas falsas y dañinas, dígale que lea la Biblia en el libro de Mateo, capítulo 7, versículo 12, el cual dice: “Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.”. En palabras simples: No hagas a otro lo que no quieran que te hagan a ti. 

Posted in Edición Impresa, Panorama

Más de edicion-impresa

Más leídas de edicion-impresa

Las Más leídas